Ginebra (Suiza).- En un reciente informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), se revela una alarmante probabilidad del 80% de que la temperatura media anual global supere temporalmente 1,5°C por encima de los niveles preindustriales en al menos uno de los próximos cinco años.
Este dato es una señal de alerta que nos aproxima peligrosamente a los límites establecidos por el Acuerdo de París, destinados a prevenir cambios climáticos catastróficos.
Según el mismo informe, cada año desde 2024 hasta 2028 podría marcar nuevos récords de temperatura, con una media anual global que podría oscilar entre 1,1°C y 1,9°C más alta que los niveles del siglo XIX.
Más preocupante aún, existe un 47% de probabilidad de que la media de temperatura global para el periodo 2024-2028 supere los 1,5 °C respecto a la era preindustrial.
António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, en un discurso reciente, comparó la situación actual con «jugar a la ruleta rusa con nuestro planeta». Afirmó que es imperativo encontrar una «rampa de salida de la autopista hacia el infierno climático», un comentario que refleja la urgencia de actuar antes de que sea demasiado tarde.
Según Guterres, esta década es decisiva: «La batalla para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados se ganará o perderá bajo la supervisión de los líderes actuales».
La OMM también subraya la importancia de no perder la esperanza ni la motivación para actuar, a pesar de las sombrías predicciones. Ko Barrett, Secretario General Adjunto de la OMM, destacó que aunque estamos muy cerca de superar los 1,5°C de forma temporal, esto no significa que se haya perdido la batalla a largo plazo.
Sin embargo, insistió en que debemos «hacer más urgentemente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero».
Los efectos del cambio climático ya son evidentes y devastadores, manifestándose en extremos climáticos como olas de calor severas, sequías y fenómenos meteorológicos extremos. Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, resalta la capacidad sin precedentes que tenemos hoy para monitorear el clima, lo cual debe servir para informar y motivar nuestras acciones.
Mientras el mundo se enfrenta a la posibilidad de superar el umbral de 1,5°C, es fundamental no solo entender las estadísticas y proyecciones, sino también las historias humanas detrás de estos números. La acción climática no es solo una responsabilidad política o científica; es una necesidad urgente y colectiva para garantizar un futuro sostenible.