Madrid (España).- La Caja de las Letras del Instituto Cervantes recibió recientemente un legado literario de incalculable valor, destacando el ingreso del original mecanoescrito de La puerta cerrada, una novela inédita de Luisa Carnés. 

Este acto, celebrado en el marco del Día Internacional de la Mujer, también ha incluido la entrega de obras de la poeta Ángela Figuera y la contribución de la asociación de mujeres Círculo Orellana, consolidando un homenaje a figuras femeninas fundamentales en la literatura española.

El texto de La puerta cerrada, escrito en 1956 y centrado en la Revolución mexicana, quedó inconcluso tras la trágica muerte de Carnés en 1964. Su nieta, Paloma Puyol, ha entregado este manuscrito junto con otros documentos clave, como la revista Nivel del 25 de mayo de 1964, en la que se publicó un obituario de la escritora firmado por el poeta Ramón Xirau e ilustrado con un retrato de Arturo Souto. 

También se han depositado ejemplares originales de Cumpleaños y Los vendedores de miedo, ambas editadas póstumamente en 1966, además de una edición facsímil de Tea Rooms, su novela más conocida, junto con su reedición moderna de 2016. 

Este legado busca rescatar la memoria de Carnés, una escritora vinculada a la Generación del 27 y cuya obra ha sido injustamente silenciada debido a su condición de mujer y exiliada. 

Trabajadora desde los once años, su experiencia en un salón de té inspiró Tea Rooms. Mujeres obreras (1934), una de las novelas más representativas del feminismo y la denuncia social de su época. Tras la Guerra Civil, Carnés se exilió en México, donde continuó su labor literaria hasta su muerte.

Además de la incorporación del legado de Carnés en la caja número 1.616, la Caja de las Letras también ha recibido en la caja número 1.600 la obra de Ángela Figuera, destacada poeta de la posguerra española. 

Su nieta, Ana Figuera, ha entregado ejemplares de En la delgada arista, en su edición facsimilar de 1950 con anotaciones originales de la autora, y de la Antología total, junto con una reproducción de la carta que Pablo Neruda dirigió a los poetas españoles de la época. 

El legado también incluye sus poemarios más emblemáticos, como Mujer de barro (1948), Belleza cruel, Soria pura, Tocó la tierra y Víspera de la vida. 

Ana Figuera ha recordado el carácter reivindicativo de su abuela, quien utilizó la poesía para denunciar la miseria y el hambre en la España de la posguerra. Integrante del llamado «triunvirato vasco de la poesía social» junto a Blas de Otero y Gabriel Celaya, Figuera dejó un legado de más de una treintena de obras, muchas de ellas marcadas por un profundo sentido del compromiso y la denuncia social. 

Luisa Carnés y Ángela Figuera dos legados literarios recuperados en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes
La nieta de la poeta Ángela Figuera, Ana Figuera, introduce parte del legado in memoriam de la autora en la caja número 1.600.
Foto: Instituto Cervantes / Nuria Iniesta Sepúlveda.

Su nieta ha resaltado también el lado más íntimo de la escritora, compartiendo una poesía manuscrita dirigida con humor a sus hijos y recordando su pasión por la lectura.

El Círculo Orellana, una asociación sin ánimo de lucro fundada en 2015 y declarada de interés público en 2020, también ha participado en este homenaje. Con una misión enfocada en recuperar la memoria de mujeres creadoras que han sido olvidadas con el tiempo, la asociación ha depositado en la caja número 1.593 un libro en blanco con una dedicatoria al Instituto Cervantes como símbolo del compromiso con futuras generaciones. 

Asimismo, han entregado uno de los broches distintivos de la organización, dos volúmenes de la colección Semblanzas, el libro Talento femenino y sociedad civil: Testimonios desde el Círculo de Orellana, y una caja-libro con el contenido de los programas realizados durante la última década.

El evento ha contado con la presencia de figuras destacadas como Raquel Caleya, directora de Cultura del Instituto Cervantes, quien ha subrayado la importancia de la visibilización femenina en la literatura. 

«Queremos contar el relato completo de la creación con todos y cada uno de sus nombres, muchos relegados a un segundo plano», ha señalado, en referencia a los esfuerzos del Instituto por rescatar la obra de autoras marginadas históricamente.

Luisa Carnés y Ángela Figuera dos legados literarios recuperados en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes
La nieta de la escritora Luisa Carnés, Paloma Puyol, introduce una de las ediciones de la obra Tea Rooms depositada en la Caja de las Letras. Foto: Instituto Cervantes / Nuria Iniesta Sepúlveda.

El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, ha clausurado el acto recordando la importancia de la memoria histórica. 

«Una democracia es mucho más que votar cada cuatro años: es la transformación de valores sociales para una convivencia basada en el respeto y la igualdad. Recordar a quienes fueron borrados de la historia nos enriquece», ha afirmado.

Este homenaje es una muestra del esfuerzo continuo por equilibrar la balanza en el reconocimiento de autoras que, a pesar de su talento y relevancia, han sido silenciadas. Con la entrega de estos legados, el Instituto Cervantes reafirma su compromiso con la preservación de la memoria literaria y la reivindicación de las voces femeninas en la cultura.