Madrid (España).- La participación de mujeres en las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) sigue disminuyendo en Iberoamérica, especialmente en áreas relacionadas con tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Así lo advierte la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) en su más reciente informe, que muestra que en la última década la proporción de mujeres graduadas en estas áreas pasó del 25% en 2013 al 19% en 2022.
Estos datos forman parte de la actualización de indicadores del Observatorio Iberoamericano de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad de la OEI, con sede en Buenos Aires. La investigación, que recopila información de los gobiernos de la región, revela que, aunque la presencia de mujeres en la educación superior ha crecido en general, la disparidad de género en STEM sigue siendo un problema persistente.
En términos generales, las mujeres representan la mayoría de los graduados universitarios en Iberoamérica, alcanzando el 58% del total en 2022. Sin embargo, su presencia disminuye progresivamente a medida que avanzan los niveles académicos.
En países como Chile, Colombia, Costa Rica y El Salvador, las mujeres representan menos del 45% de los egresados en el nivel de doctorado, reflejando una brecha estructural que limita su desarrollo en el ámbito académico y científico.
El informe también señala que, dentro del ámbito de la investigación, cuatro de cada diez investigadores en la región son mujeres. Aunque en países como Argentina, Paraguay y Uruguay superan el 50% del total de investigadores, en México y Perú su participación apenas ronda el 30%.
Además, la distribución de mujeres en la investigación muestra una clara tendencia: la mayoría se especializa en áreas como ciencias médicas, humanidades y ciencias sociales, mientras que su presencia en ciencias exactas, ingeniería y tecnología sigue siendo baja.
Ante esta realidad, la OEI ha intensificado sus esfuerzos para fomentar el interés de niñas y jóvenes en la ciencia y la tecnología. Uno de los proyectos más destacados es Somos mujeres y hacemos ciencia, una iniciativa que desde 2023 ha impactado a miles de niñas y adolescentes en Ecuador mediante contenidos audiovisuales basados en entrevistas con científicas destacadas del país. Gracias a una alianza con el Ministerio de Educación, el programa ha sido transmitido a nivel nacional a través del canal educativo Educa.
Dado su éxito, «Somos mujeres y hacemos ciencia» se ha expandido a Perú en 2024, donde se proyectan testimonios de científicas peruanas en centros educativos y salas de cine, con el objetivo de inspirar vocaciones científicas desde edades tempranas.
Otra iniciativa relevante es «+Mujer en ciencia», implementada en Uruguay para incentivar el interés por la ciencia y la investigación en niñas y adolescentes. A través de encuentros con científicas e investigadoras uruguayas, cientos de niñas de localidades como Lascano, Minas, el oeste de Montevideo, Rocha y José Pedro Varela han podido conocer opciones de estudio y oportunidades de desarrollo en diversas áreas del conocimiento.
En el ámbito de la cooperación internacional, la OEI lidera «Energytran», un proyecto enmarcado en el programa Horizonte Europa de la Unión Europea que busca fomentar una transición energética limpia e inclusiva.
Este proyecto incorpora un fuerte componente de equidad de género, con un plan de igualdad y recomendaciones políticas diseñadas para aumentar la participación femenina en un sector tradicionalmente dominado por hombres. La iniciativa concluirá en 2025 con importantes avances en este aspecto.
Además, la OEI colabora en la organización del XV Congreso de Ciencia, Tecnología y Género, que se celebrará en Montevideo, Uruguay, del 16 al 18 de septiembre de 2025. Con más de 20 años de trayectoria, este evento es uno de los más influyentes en su tipo a nivel mundial y mantiene abierta su convocatoria para la recepción de resúmenes.
A pesar de los esfuerzos de diversas instituciones, el descenso en la participación de mujeres en carreras STEM sigue siendo un desafío crítico en Iberoamérica. La reducción de la brecha de género en estas áreas es fundamental no solo para garantizar igualdad de oportunidades, sino también para impulsar el desarrollo científico y tecnológico con perspectivas diversas e inclusivas.