Serrana (Brasil) (AFP) – Una pequeña ciudad del interior del estado brasileño de Sao Paulo empezó este miércoles a vacunar a toda su población mayor de edad como parte de un inédito estudio clínico para analizar el impacto de la inmunización en el control de la pandemia del nuevo coronavirus.
El ambicioso Proyecto S, que supone la primera experiencia de vacunación en masa en el segundo país del mundo más golpeado por la pandemia, debe aplicar en dos meses las dos dosis de vacuna a 30.000 de los 50.000 habitantes de Serrana, una ciudad a 300 km de la capital paulista.
La iniciativa es coordinada por el Instituto Butantan, centro de investigación y producción de vacunas vinculado al gobierno de Sao Paulo.
Para su ejecución, fueron destinadas 60.000 dosis de la vacuna CoronaVac, desarrollada por el laboratorio chino Sinovac, con la que el estado más poblado de Brasil, el segundo país del mundo con más muertos por la pandemia, inició la vacunación en enero de este año.
Las colas comenzaron a formarse por la mañana en las calles adoquinadas del centro de la ciudad, frente a las ocho escuelas transformadas en centros de vacunación.
«Estoy loco por abrazar a mis nietos», exclamó a la AFP Edson José Félix, de 81 años, uno de los primeros en ser vacunado, en una aula no utilizada debido a la pandemia.
«Estamos siguiendo esta operación con ilusión, hace mucho tiempo que la esperábamos», agrega junto a su esposa Margarida, de 80 años, con quien tiene cinco hijas. Ambos recibirán la segunda dosis en su sexagésimo aniversario de bodas.
«Momento histórico» –
La vacunación se realizará durante las próximas ocho semanas a todos los habitantes del municipio, excepto embarazadas, lactantes, personas con enfermedades graves y menores de edad.
«No se trata de una vacunación en masa simplemente. El estudio tiene por objetivo ver la efectividad de la vacunación en una comunidad y con eso identificar hasta qué punto la inmunización individual tiene efecto colectivo», dijo Ricardo Palacios, director de Estudios Clínicos del Instituto Butantan.
Las autoridades sanitarias esperan que el estudio, en el que trabajan más de 500 personas y que debe extenderse por un año y medio, permita identificar el flujo de la tasa de transmisión del virus en una población inmunizada, el comportamiento frente a nuevas variantes del covid-19, el número de personas que deben ser vacunadas para interrumpir la circulación del virus y el impacto económico de esta estrategia.
«Es un estudio inédito en el mundo», aseguró el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, en una rueda de prensa que antecedió la mañana de este miércoles al inicio de la vacunación.
«Nuestra ciudad está orgullosa de participar. Además de inmunizar a la población, es un momento histórico», explicó a la AFP el alcalde de Serrana, Léo Capitelli.
«Tenemos que agradecer»
Aunque el estudio no goza de la aceptación unánime de la población, algunos agradecen la oportunidad.
«Hay quien dice que no quiere ser cobaya, es un absurdo. No imaginaba que podríamos ser los primeros [en vacunarnos], es algo que tenemos que agradecer», explicó Rose Valdevite, de 55 años, dueña de una cafetería en el centro de la ciudad.
Dimas Covas, director del Instituto Butantan, explicó que Serrana fue elegida para este estudio por ser una ciudad pequeña, tener una buena estructura hospitalaria, estar próxima a un centro de investigación y por su alta tasa de incidencia de covid-19 (5.248 contagios por cada 100.000 habitantes, el índice más alto entre los municipios paulistas).
Desde el inicio de la pandemia hace un año, esta ciudad registró 2.367 casos y 52 decesos. Brasil ya registra más de 240.000 muertos y casi 10 millones de contagios.
En poco más de un mes, más de 5,5 millones de brasileños (2,6% de la población del país) han sido inmunizados con las vacunas CoronaVac y Astrazeneca/Oxford.
Brasil inició su campaña varias semanas después que Estados Unidos, gran parte de los países europeos e incluso que Argentina y Chile; pero debido a la falta de dosis varias ciudades, entre ellas Rio de Janeiro (sudeste) y Salvador (nordeste) han tenido que interrumpir la inmunización.