Río de Janeiro (AFP) – La elección de las primeras diputadas trans al Congreso es un hecho inédito en Brasil, que se produce en medio del fuerte crecimiento del bolsonarismo conservador, poco sensible a las causas de la comunidad LGBTQ.
Erika Hilton y Duda Salabert integrarán a partir de febrero la Cámara de Diputados, renovada el domingo en las elecciones generales, en las que también se decidió un segundo turno presidencial entre el actual mandatario, el ultraderechista Jair Bolsonaro, y el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
«Ya podemos decir: ¡Travesti negra elegida!», escribió en Twitter Hilton, de 29 años y ahora representante del estado de Sao Paulo, el más poblado.
También en redes sociales, Salabert, 41, celebró ser «¡la diputada federal más votada de la historia de Minas Gerais!», un estado clave en la elección. «Pese a los ataques de la izquierda, de los cristianos y las amenazas de muerte de la extrema derecha, ganamos la elección».
Ambas llegan a la Cámara Baja en un momento de fortalecimiento del bolsonarismo. El Partido Liberal (PL) del presidente será la primera fuerza con 99 de los 513 escaños, 23 más que en la actualidad.
Además Bolsonaro obtuvo 43% de los votos -mejor de lo esperado por las encuestas-, lo que lo deja con posibilidades de lograr la reelección cuando enfrente a Lula el 30 de octubre.
«Estoy muy feliz, a pesar de que el escenario general en Brasil es de aprensión y mucha lucha para derrotar a Bolsonaro», declaró Hilton a AFP.
Concejal de la metrópoli de Sao Paulo desde 2020, Hilton traslada ahora su lucha a la Cámara de Diputados en Brasilia, donde su agenda será «luchar para erradicar el hambre y la miseria» y «garantizar derechos para la comunidad LGBTQIA+».
Al menos 9,3% de la población brasileña se identifica como miembro de esa comunidad, según una encuesta del instituto Datafolha publicada en septiembre.
En total, en las elecciones generales del domingo, que incluyeron más de 1.500 cargos estadales y nacionales, 18 políticos LGBTQ fueron electos.
Amenazas de muerte –
En la cámara, Hilton y Salabert enfrentarán resistencia.
«El bolsonarismo, que representa a los ultra conservadores, son frontalmente contrarios a los derechos de las personas LGBTQIA, estimulan la violencia contra las personas trans dentro o fuera de la política», dijo a la AFP Ligia Fabris, profesora y coordinadora del programa de diversidad de la Facultad de Derecho de la Fundación Getulio Vargas (FGV).
«Hay preocupación sobre la integridad física, psicológica y vulnerabilidad» de las representantes recién electas, añadió.
El temor no es infundado. Brasil fue el país más peligroso del mundo para las personas trans en 2021, según el Proyecto de Monitoreo de Asesinatos Trans, que contabilizó 92 muertes el año pasado.
Salabert por ejemplo acudió a votar el domingo en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, con un chaleco antibalas por recomendación de la policía.
«(He recibido) cinco amenazas de muerte en los últimos 30 días», escribió la semana pasada en redes sociales. «Fueron correos electrónicos, cartas y hasta un sitio (web) fue hecho exclusivamente para describir formas en que quieren matarme».
Keila Simpson, presidenta de la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (Antra), alerta que los aliados de Bolsonaro, muchos evangélicos, son «personas que no pueden convivir con la diversidad» por sus posturas «fundamentalistas».
Antra no obstante constató un aumento de 44% de candidatos transexuales en 2022, respecto a 2018.
«Polo progresista» –
Además de las dos diputadas federales, Linda Brasil se convirtió en la primera diputada regional trans en Sergipe (noreste), Dani Balbi fue elegida para el parlamento estatal de Rio de Janeiro, y Carolina Iara, para el parlamento estadal de São Paulo.
Brasil ha avanzado en términos de inclusión de personas trans, indicó Fabris, que destaca la decisión de la corte suprema de 2018 sobre el cambio de género en documentos civiles.
Sin embargo, destacó la investigadora, hay más candidatos LGBTQ y al mismo tiempo un anfianzamiento del bolsonarismo hostil: «Es el choque de dos fuerzas antagónicas».
Hilton, de cualquier forma, no se rinde. Buscará formar un «nuevo polo progresista con nuevas pautas, ideas y propuestas».
«Tenemos trabajo por hacer, pero hoy ya estamos en mejores condiciones que ayer», celebró.