Brasilia (AFP) – El gobierno brasileño garantizó a Estados Unidos que incrementará su producción de petróleo, una decisión que podría ayudar a aplacar las preocupaciones por la oferta global de crudo, reducida tras el comienzo de la guerra en Ucrania.
El ministro de Minas y Energía brasileño, Bento Albuquerque, respondió el jueves pasado a un pedido de la secretaria de energía estadounidense, Jennifer Granholm, quien le planteó, durante una videoconferencia, la importancia de que Brasil pueda ampliar su producción de crudo.
«(Granholm) Me preguntó si Brasil podría formar parte de ese esfuerzo (producir más crudo), y yo le dije `claro que puede´. Ya estamos aumentando la producción, mientras la mayoría de los países de la OCDE la redujo. Nosotros aumentamos nuestra producción en los últimos tres años», dijo Albuquerque en una nota enviada por el ministerio a la AFP el lunes.
Durante la conversación, la funcionaria estadounidense explicó al ministro de Jair Bolsonaro sobre los esfuerzos que están realizando otros países para intentar evitar mayor volatilidad en el precio del barril del petróleo.
El ministerio de Minas y Energía no especificó en cuánto pretende incrementar su producción Brasil.
La mayor economía de América Latina, está entre los mayores diez productores de petróleo del mundo, y produce aproximadamente 3 millones de barriles por día.
Tras haber alcanzado un precio de cerca de 140 dólares el 7 de marzo, rozando su máximo histórico, el barril de Brent cerró el lunes a la baja a 106,90 dólares, con el mercado atento a cualquier posible avance diplomático en el conflicto ucraniano. El crudo sigue, sin embargo, con un alza del 36% desde el inicio del año.
La administración de Joe Biden está buscando formas de aliviar la presión sobre los precios del petróleo provocada por la pandemia de covid-19 y por la guerra desatada por Rusia, un importante productor de crudo, contra Ucrania.
El 8 de marzo, Biden anunció una prohibición total e inmediata de las importaciones de petróleo, gas natural y carbón de Rusia como sanción por la invasión a Ucrania.