Río de Janeiro (AFP) – La pandemia de coronavirus redujo en un 6,15% las exportaciones de Brasil en 2020, pero las ventas del poderoso sector agroindustrial están en auge y pueden seguir creciendo, principalmente gracias a la demanda de China, el mayor cliente del país sudamericano.
Las exportaciones agrícolas de Brasil aumentaron el año pasado un 6%, totalizando 45.300 millones de dólares (un quinto del total de ventas al exterior), apenas por debajo del récord alcanzado en 2018 (45.700 millones), según datos preliminares del Ministerio de Economía.
Pero la facturación externa del agronegocio, que engloba los productos agrícolas, la industria agroalimentaria y el transporte, llegó a 93.600 millones de dólares (+4,9%) entre enero y noviembre, una cifra sin precedentes desde 2013, apuntó la Confederación Nacional Agrícola (CNA).
«Este nivel de exportaciones fue sorprendente para un año tan desafiante» como 2020, explicó el analista Felipe Novaes, de la consultora Tendencias.
El principal factor favorable «fue la tasa de cambio», porque la depreciación del real frente al dólar, de poco más del 20% el año pasado, «dio bastante competitividad a los productos brasileños», agregó.
Apetito chino –
China, el mayor cliente de Brasil, que absorbe un tercio de sus exportaciones agrícolas, aumentó ligeramente sus compras de soja a un 73% del total.
«La pandemia no alteró la demanda de China, que dio más importancia [a refozar] su seguridad alimentaria y sus reservas», observó el analista Luiz Fernando Gutierrez, de Safras e Mercado.
Las compras de soja estadounidense «están volviendo gradualmente a la normalidad», pero Brasil conservará el primer lugar como proveedor de China, agregó.
La demanda china de oleaginosas brasileñas «está garantizada a largo plazo», coincidió el economista Gustavo Arruda, de BNP Paribas en Sao Paulo. El país asiático -después de que la peste porcina diezmara su producción- «está reconstruyendo su producción de suinos de forma organizada e industrial» y «necesitará de más granos» de soja.
Brasil, importador de soja –
Las exportaciones de soja, producto estrella del comercio exterior brasileño, aumentaron el año pasado un 9,5% en valor y un 12% en volumen. El gigante latinoamericano, a pesar de una producción récord, sufrió una carencia del grano y tuvo que importar 800.000 toneladas, seis veces más que en 2019.
Esa situación provocó un alza de precios de insumos locales para producción de pollos, cerdos y ganado vacuno, alimentados con harina de soja, con la consiguiente disparada de la inflación.
Mientras procede a la reestructuración de su rebaño porcino, China compra más carne, y en particular cortes bovinos de Brasil (+50% en 2020).
Pero los productos brasileños tienen «un bajo grado de elaboración», por lo cual su exportación aporta poco valor agregado a la economía, señala la profesora Marta Reis Castilho, del Instituto de Economía de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ).
El proceso de ‘reprimarización’ de las exportaciones brasileñas, que se inició hacia 2005 y se acentuó en 2020, podría ahondarse aún más en 2021, afirma Lívio Ribeiro, especialista en economía de la Fundación Getúlio Vargas (FGV).
«El escenario más probable es de un aumento de las ventas de los mismos productos agropecuarios, con una mayor participación de China», prevé.