La Paz (AFP) – Con operativos policiales, aduaneros y de servicios de salud, Bolivia emprende una amplia cruzada contra los medicamentos falsificados e ingresados de contrabando, tras desmantelar un clan delincuencial con raíces en Perú y probables nexos con Colombia e India.
Unas 15 personas ligadas al comercio ilegal de fármacos han sido detenidas hasta la fecha en varias ciudades del país tras la incautación la semana pasada de una enorme cantidad de mercancía fraudulenta en un depósito en la frontera entre Bolivia y Perú, valorada en un millón de dólares.
«Cualquier producto que tenga o no tenga componentes activos, ingresado de manera ilícita al país, no puede ser comercializado, porque existen condiciones para la venta y el consumo», recordó ante la prensa el jefe de la policía de investigaciones (FELCC) de La Paz, Jhonny Aguilera.
Según menciona el economista Gonzalo Vidaurre en su libro «El Negocio de la Muerte», la aduana boliviana decomisó 30 toneladas de fármacos ilegales sólo en 2017.
Tanto la policía como el Ministerio de Gobierno (Interior) han confirmado que Perú es el principal país de origen de los medicamentos y que se rastrea si también hay redes de tráfico desde Colombia e India, según Aguilera.
En el poblado de Desaguadero, fronterizo con Perú, la policía halló a principios de mes depósitos con medicamentos almacenados y sus investigaciones permitieron desmantelar poco a poco una organización en Bolivia.
Las ciudades de La Paz, Cochabamba (centro) y Santa Cruz (este), las más pobladas del país, y zonas rurales aparecen como puntos principales para el comercio de medicamentos, adulterados o ingresados de contrabando.
Los policías y los funcionarios de los Servicios Departamentales de Salud (Sedes) de las gobernaciones intervienen en diferentes mercados populares de venta al menudeo.
«En ningún lugar de la Ley de Medicamentos dice que debe haber venta en vías publicas o mercados, porque los únicos lugares (legales) son las farmacias en hospitales públicos y las autorizadas», dijo el director del Sedes de Santa Cruz, Marcelo Ríos.
La aduana también ha instruido «un mayor control en los aeropuertos y puestos de control» en las fronteras, según su director regional William Castillo.
– Un cóctel de fármacos –
Los medicamentos decomisados son variados: aspirinas, ibuprofeno, paracetamol, vitaminas, pomadas y pastillas contra la diabetes. Y las autoridades indagan si llegaron incluso fármacos utilizados en hospitales y tratamientos contra el cáncer.
Carla Mollinedo, de la empresa local «Macanudo», dijo que han sufrido daños económicos enormes, al ser los únicos distribuidores en Bolivia de los productos de la empresa peruana «Portugal», que elabora cremas de distintos tipos.
El gerente de la patronal Asociación de Farmacias (Asofar), Martín Dávila, urgió a la población a tomar conciencia de la necesidad de comprar medicamentos «desde un lugar legalmente constituido».
La directora nacional de la aduana, Marlene Ardaya, señaló que sus servicios lograron establecer la existencia de un «contrabando hormiga» como el principal canal por el que entran fármacos al país.
«Una persona ingresa entre cuatro, cinco o seis cajas» de variados tamaños, dijo la autoridad, quien precisó que por ello optaron por exigir en el último tiempo recetas médicas y cruzar información con sus pares de países vecinos para comprobar la existencia de empresas fabricantes o comercializadoras.
En el primestre del año, la aduana se incautó de casi dos toneladas de medicamentos de contrabando, según Ardaya.