Washington (DC).- La misión Blue Ghost 1, desarrollada por Firefly Aerospace, logró aterrizar con éxito en la Luna este domingo. La nave descendió cerca de la formación volcánica Mons Latreille, dentro del Mare Crisium, una extensa cuenca lunar de más de 300 millas de ancho ubicada en el cuadrante noreste del lado cercano de la Luna. 

Este evento marca un importante avance para la exploración espacial comercial, al ser la primera entrega del programa Commercial Lunar Payload Services (CLPS) de la NASA por parte de Firefly y su primer aterrizaje lunar.  

El módulo Blue Ghost se encuentra en posición vertical y estable, y ha comenzado a operar con normalidad en la superficie lunar. A bordo transporta 10 instrumentos científicos y tecnológicos de la NASA que funcionarán durante aproximadamente 14 días terrestres. 

Estos equipos llevarán a cabo experimentos cruciales para la exploración del espacio profundo y futuras misiones tripuladas.  

Un logro clave para la exploración lunar 

Desde su lanzamiento el pasado 15 de enero desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida, la misión viajó más de 2.8 millones de millas, transmitió más de 27 GB de datos y apoyó diversas operaciones científicas. 

Entre sus logros se destaca el seguimiento de señales del Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS) hasta una distancia récord de 246.000 millas, lo que demuestra que los mismos sistemas de posicionamiento usados en la Tierra pueden operar en la Luna.  

Además, la nave transportó equipos para analizar la radiación en el espacio y evaluar cambios en el campo magnético lunar, entre otros experimentos. Según Janet Petro, administradora interina de la NASA, estos avances mejorarán la capacidad de exploración y seguridad en futuras misiones tripuladas.  

«Este increíble logro demuestra cómo la NASA y las empresas estadounidenses están liderando el camino en la exploración espacial para el beneficio de todos», destacó Petro.  

Tecnología para el futuro de la exploración lunar  

Durante su estadía en la Luna, los instrumentos de la NASA realizarán pruebas en tecnología de perforación del subsuelo lunar, capacidades de recolección de regolito, sistemas de navegación y computación avanzada. Esta información permitirá comprender mejor el impacto del clima espacial y otras fuerzas cósmicas en la Tierra, lo que representa un avance clave para la ciencia planetaria.  

Uno de los experimentos más esperados será la observación del polvo lunar en condiciones de anochecer, un fenómeno descrito por primera vez por el astronauta Eugene Cernan durante la misión Apolo 17. Los científicos esperan capturar imágenes de este proceso para entender mejor cómo interactúa el polvo lunar con la luz solar.  

Nicky Fox, administrador asociado de la NASA, resaltó la importancia de esta misión para el desarrollo de la economía lunar, señalando que «la ciencia y la tecnología que enviamos a la Luna ahora ayudan a preparar el camino para la futura exploración de la NASA y la presencia humana a largo plazo».  

Un paso más hacia misiones a Marte

El éxito de Blue Ghost 1 no solo fortalece la exploración lunar, sino que también allana el camino para futuras misiones interplanetarias, incluyendo viajes tripulados a Marte. 

La colaboración entre la NASA y empresas privadas como Firefly Aerospace refleja el creciente interés en la comercialización del espacio y la expansión de la presencia humana en el sistema solar.  

Jason Kim, CEO de Firefly Aerospace, expresó su gratitud a la NASA y enfatizó que este aterrizaje marca el inicio de una nueva era en la exploración cislunar.  

«El exitoso aterrizaje en la Luna de Blue Ghost ha sentado las bases para el futuro de la exploración comercial en el espacio cislunar», declaró Kim. «Ahora esperamos más de 14 días de operaciones en la superficie para desbloquear aún más datos científicos que tendrán un impacto sustancial en futuras misiones a la Luna y Marte».  

Con esta misión, la NASA y Firefly han demostrado que la exploración lunar no solo es posible, sino que también puede convertirse en un negocio sostenible que impulse la investigación científica y tecnológica. 

En los próximos años, misiones como Blue Ghost 2 seguirán avanzando en el desarrollo de infraestructura lunar, preparando el camino para un futuro donde la humanidad tenga presencia permanente en la Luna y más allá.