Quito (AFP) – Estados Unidos se ha centrado demasiado en la seguridad en América Latina antes que proporcionarle otras ayudas, dijo el miércoles el secretario de Estado Antony Blinken, comprometiéndose a fomentar más la democracia en la región.
Blinken realiza una gira por Ecuador y Colombia llevando el mensaje del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a favor de las democracias estables ante los brotes de autoritarismo y populismo.
Ambos países reciben asistencia y formación en seguridad por parte de Estados Unidos y están dirigidos por conservadores conocidos por tomar medidas controvertidas.
La Casa Blanca cuestionó la represión policial de las recientes manifestaciones antigubernamentales en Colombia, mientras Ecuador declaró el estado de excepción para luchar contra el narcotráfico justo antes de la llegada de Blinken.
«Nuestro historial de mejora de la seguridad civil en las democracias de la región ha sido desigual», dijo Blinken en un discurso en la privada Universidad San Francisco de Quito.
«Ello se debe a que, con demasiada frecuencia, hemos tratado de solucionar este problema confiando demasiado en la formación y el equipamiento de las fuerzas de seguridad, y demasiado poco en otras herramientas», agregó.
Blinken destacó el esfuerzo de la administración Biden para atacar la corrupción a través del rechazo de visados a funcionarios latinoamericanos implicados en sobornos.
«Nos hemos centrado demasiado en abordar los síntomas del crimen organizado, como los homicidios y el tráfico de drogas, y demasiado poco en las causas profundas. Estamos trabajando para corregir ese desequilibrio», expresó el secretario.
Blinken también cuestionó el apoyo estadounidense que han recibido las dictaduras: «Hubo momentos en que apoyamos a gobiernos en las Américas que no reflejaban la elección o la voluntad de su pueblo y no respetaban sus derechos humanos».
Además de promover elecciones libres, Washington estará atento a la situación económica de la región y la mejora de legislaciones laborales, de sanidad y educación.
«Esto debería ser obvio, pero la realidad es que a menudo hemos puesto más energía en fortalecer los derechos civiles y políticos -como elecciones libres y justas, el Estado de derecho, la libertad de expresión y de reunión- que en fortalecer los derechos económicos y sociales de la gente», reconoció.
Desafío de China –
El gobierno de Biden, como el de su antecesor Donald Trump, ha aumentado la presión sobre las autoridades de Cuba, Nicaragua y Venezuela, cuyo gobierno chavista se levantó de la mesa de diálogo con la oposición, apoyada por Washington.
La democracia también está siendo cuestionada en Brasil, donde el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro ha sembrado dudas sobre la legitimidad de las próximas elecciones generales de 2022.
«Nos encontramos en un momento de ajuste de cuentas democrático», comentó Blinken, añadiendo que mientras que la democracia en las últimas décadas ha traído «una prosperidad sin precedentes» a América Latina, el futuro depende de si los líderes elegidos pueden «cumplir con las cuestiones que más importan a la gente.»
El llamado a centrarse en la economía se produce cuando China ha aumentado los préstamos para infraestructuras en la región, lo que preocupa a Washington, que ve el riesgo de que la creciente presencia de Pekín en Latinoamérica derive en un aumento del autoritarismo a largo plazo.
En Ecuador, que ha recibido miles de millones de dólares en préstamos chinos para financiar proyectos hidroeléctricos o petroleros, Blinken expresó que su país no pide que «elijan entre Estados Unidos y China», pero sí un mayor escrutinio sobre las inversiones chinas en áreas sensibles.
Preocupación por los derechos –
Blinken viajará este mismo miércoles a Colombia para reunirse con el presidente Iván Duque, aliado de Trump.
Biden ha manifestado sin tapujos su apoyo a Duque, pero aún no se ha reunido con él.
En una carta a Blinken, Human Rights Watch dijo que Duque ha dirigido una brutalidad policial «sin precedentes en la historia reciente de Colombia», en referencia a la violenta represión de las manifestaciones contra una reforma fiscal ya archivada.
«Una fuerte respuesta por parte del gobierno de Biden podría ayudar a prevenir más violaciones de los derechos humanos», escribió el jefe para las Américas de la ONG, José Miguel Vivanco.
Duque respondió que Colombia vive en una paz frágil desde los acuerdos firmados en 2016 entre el gobierno y las FARC, y que busca «trabajar efectivamente» con Estados Unidos.
En un intento de ampliar la alianza con Washington, Duque hablará con Blinken sobre cambio climático y migración. Con ministros trabajará un plan para abordar el aumento del flujo de migrantes haitianos que buscan llegar a Estados Unidos.