San José (AFP) – El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, arribó el martes a Costa Rica, en una gira de dos días, para abordar con los países centroamericanos la creciente llegada de migrantes a Estados Unidos.
Para su primera visita a América Latina, el secretario de Estado eligió viajar a San José, donde el martes participará en una reunión de los cancilleres de los países miembros del Sistema de Integración Centroamericana (Sica): Costa Rica, Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, República Dominicana y El Salvador.
También se espera un encuentro entre Blinken y representantes de México.
Blinken llegó al aeropuerto Juan Santamaría, que sirve a San José, sobre las 12H45 locales (18H45 GMT) y fue recibido por la encargada de negocios de Estados Unidos en Costa Rica, Gloria Berbena. Luego se dirigió a la Casa Presidencial para un encuentro con el mandatario, Carlos Alvarado, y el cancilller, Rodolfo Solano.
«Se trata de una gran oportunidad para debatir soluciones regionales» y «profundizar en nuestro enfoque de colaboración ante los retos migratorios», explicó la responsable para las Américas del Departamento de Estado estadounidense, Julie Chung.
«Los inmigrantes enriquecen nuestra sociedad. Los inmigrantes han sido y siempre serán esenciales para el éxito de Estados Unidos. Me enorgullece decir que tenemos muchos inmigrantes trabajando aquí en el Departamento de Estado», escribió Blinken en Twitter antes de partir desde Washington.
«Causas profundas» –
El objetivo del viaje es dar pasos para cumplir con la voluntad del presidente estadounidense, Joe Biden, de atajar las «causas profundas» de la llegada de migrantes a la frontera sur de Estados Unidos, dijo Chung.
La diplomática recordó que Washington había previsto un paquete de ayuda de 4.000 millones de dólares para los países del llamado Triángulo Norte (Honduras, Guatemala y El Salvador).
«El gobierno ha sido claro desde el principio sobre la importancia de abordar la corrupción», porque «cuando se quiere abordar la migración -la migración ilegal-, la corrupción, la gobernanza y el Estado de derecho, todo está relacionado», añadió Chung. «Esta es una de las razones por las que la gente abandona sus hogares. No confían en sus gobiernos».
A su llegada a la Casa Blanca en enero, Biden tuvo que lidiar rápidamente con una gran afluencia de migrantes procedentes de Centroamérica en la frontera con México.
Los opositores republicanos acusan al presidente demócrata, que prometió una política migratoria más «humana» para pasar la página de las restricciones draconianas de la presidencia de Donald Trump, de haber creado un efecto llamada y de negar ahora la existencia de una crisis.
Las reformas prometidas por el demócrata tardan, sin embargo, en concretarse. Biden confió a su vicepresidenta, Kamala Harris, este asunto de alto riesgo.
De momento, Harris prometió una acción global contra las «causas profundas» de la afluencia de migrantes, sin entrar en detalles, antes de un primer viaje a México y Guatemala previsto para la próxima semana.
Aunque Blinken alabó el ejemplo de Costa Rica, que acaba de ingresar en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), se encontrará también en San José con cancilleres de países que mantienen relaciones tensas con Estados Unidos.
Washington denunció los ataques del gobierno de El Salvador a la independencia del poder judicial, y Chung reiteró su preocupación por la situación en Nicaragua, especialmente en lo que respecta a la libertad de prensa y los derechos humanos.