Los Ángeles (AFP) – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, inauguró el miércoles en Los Ángeles la novena Cumbre de las Américas, donde espera seducir a los dirigentes de la región con financiamiento y hablará con su homólogo Jair Bolsonaro de la importancia de elecciones «libres» en Brasil.
La cita, donde se espera a más de 20 jefes de Estado, arrancó empañada por la ausencia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien desistió de participar porque Washington no invitó a Cuba, Nicaragua y Venezuela, al considerar que incumplían los estándares democráticos.
La presencia de AMLO en la Cumbre de las Américas era clave para abordar la crisis de migración regional.
La administración Biden minimizó el asunto y continuó con sus planes para consolidar lazos en América Latina, donde China ha ganado terreno frente a la influencia histórica de Estados Unidos.
Cuba aseguró el miércoles que la cumbre carecerá de «resultado efectivo» para la región en el tema migratorio, por la falta de una discusión a fondo y advirtió que el flujo migratorio seguirá.
La isla vive «un Mariel silencioso», estiman analistas, por los cerca de 150.000 cubanos que abandonaron Cuba en siete meses, una cifra mayor a los 130.000 que salieron desde el puerto de Mariel en 1980.
América Latina y el Caribe es la región con más impacto directo en las vidas de los estadounidenses, de modo que «dependiendo de como le vaya al hemisferio, nos irá a nosotros», afirmó este miércoles el secretario de Estado Antony Blinken, durante la Cumbre Empresarial de las Américas, uno de los tres foros que se celebran al margen de la reunión.
Blinken estimó que las «diferencias políticas» son una «fortaleza». «Tenemos gobiernos democráticos de izquierda, de derecha y de centro. Pero a pesar de las diferencias políticas que existen, si los fundamentos están ahí, podremos trabajar juntos de manera muy, muy efectiva», aseguró.
En el discurso que pronunciará por la tarde, Biden hablará de la necesidad de prepararse mejor para una futura pandemia, de la agenda climática y la energía, así como de las brechas digitales, adelantó Blinken.
Las promesas –
Horas antes de la llegada del presidente, su administración anunció la creación de un Cuerpo de Salud de las Américas para mejorar la formación de 500.000 trabajadores sanitarios en la región, aprovechando las lecciones de Covid-19.
También una alianza para la prosperidad económica, en la que propone una «reforma ambiciosa» del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), además de intentar obtener una participación de capital en el BID para invertir en la rama de préstamos del sector privado y «dirigirlos hacia donde tengan el mayor impacto».
El presidente del BID, Mauricio Claver-Carone, dijo a la AFP que la región puede ser vista como un «mar de paz» para los inversionistas en plenas turbulencias globales por la invasión de Rusia a Ucrania.
El martes, la vicepresidenta Kamala Harris anunció inversiones privadas por 1.900 millones de dólares destinadas a impulsar el empleo y contener la migración desde Honduras, Guatemala y El Salvador, en momentos en que la frontera sur de Estados Unidos registra números récords de migrantes interceptados, originarios de países como Venezuela, Nicaragua o Haití. Y Blinken lanzó una nueva «Red de Comunicación Digital» para luchar contra la desinformación en español en América Latina.
La cumbre, que no se celebraba en Estados Unidos desde 1994, comenzó la semana con poco entusiasmo, pero este miércoles las ponencias de los dirigentes se sucedían unas tras otras.
Los asistentes esperan «anuncios que señalen un compromiso renovado de Estados Unidos», declaró a la AFP Guy Mentel, el director del grupo de reflexión Global Americans.
Reunión entre Biden y Bolsonaro –
Si bien los presidentes de Guatemala y Honduras están ausentes, el de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció que asistiría y el jueves se reunirá con Biden.
Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Biden, informó a los periodistas a bordo del avión presidencial Air Force One que el tema electoral está en la agenda y que Biden hablará de «elecciones abiertas, libres, justas, transparentes y democráticas».
Fervoroso aliado del expresidente Donald Trump, Bolsonaro puso en tela de juicio el resultado de la elecciones de 2020 que llevó al demócrata Biden al poder, tensando las relaciones entre Washington y Brasilia.
El martes, en la recta final al viaje que marcará el primer apretón de manos de ambos presidentes, Bolsonaro volvió a referirse al tema durante una entrevista con la prensa local.
«Quien habla [sobre fraude en las elecciones] es el pueblo de Estados Unidos. No voy a entrar en detalle sobre la soberanía de otro país. Pero Trump andaba muy bien y muchas cosas nos llegaron haciéndonos dudar. No queremos que eso ocurra en Brasil», dijo.
En tanto Nayib Bukele, presidente de El Salvador y otro actor clave en el tema migratorio, aún no ha hecho público si viajará a la Cumbre de las Américas.
Las autoridades han blindado la seguridad alrededor de la zona hotelera y el Centro de Convenciones de Los Ángeles, donde se realizarán las plenarias, pero se esperan protestas.
Representantes indígenas de la Amazonía se manifestaron contra las actividades extractivistas en la selva, que se extiende por ocho países de la región.
«El destino de la Amazonía está en las manos de los líderes que se reúnen aquí. Es el futuro de la vida en el planeta, necesitamos actuar», dijo a la AFP la fundadora y presidente de Amazon Watch, Atossa Soltani, quien cuestionó que voces de estas comunidades fuesen excluidas de la cita.
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