Ciudad de Panamá (AFP) – Las exportaciones de América Latina y el Caribe hacia Asia podrían crecer hasta 27% a mediano plazo si se reducen los costos asociados a aranceles, transporte y logística, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) divulgado este lunes.
«La reducción de los costos del comercio bilateral crearía oportunidades de negocios equivalentes a unos USD 69.000 millones y contribuiría a la mejoría del bienestar de la población», dice el BID en su estudio «Cómo desatar el potencial comercial de América Latina y el Caribe en Asia».
Además, con menores costos las exportaciones latinoamericanas a Asia podrían crecer 27,6% en el mediano plazo, y las ventas asiáticas subirían 40,6%.
«Una región que está recuperándose de una recesión severa no puede desaprovechar semejante impulso a sus ingresos», advierte el documento, presentado en Panamá durante un foro empresarial birregional.
«Más y mejores inversiones benefician tanto a China como a América Latina y el Caribe, necesitamos abrir puertas para tener las oportunidades que nos encaminen hacia un crecimiento con inclusión», señaló en el foro Verónica Zavala, gerente regional del BID.
«China ya es el segundo socio comercial» de Latinoamérica y los intercambios se profundizan continuamente, dijo Lu Pengqi, vicepresidente del Consejo Chino para la Promoción del Comercio Internacional.
De acuerdo al vicepresidente de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, Liu Qibao, más de 2.000 empresas chinas dan trabajo en América Latina a 1,8 millones de personas en medio de la «incertidumbre» e «inestabilidad» mundial, dijo.
– Costos altísimos –
En casi dos décadas, la participación comercial de Asia en América Latina se triplicó, de 9% en 2000 a 26% en 2018, cuando los intercambios bilaterales ascendieron a 581.000 millones de dólares, según el BID.
Para países como Brasil, Chile o Perú, la participación de las exportaciones a Asia duplica al promedio regional. El comercio de ciertos productos básicos, como el cobre, el mineral de hierro o la soja, explotó, y la importancia de los mercados asiáticos eclipsó a la de cualquier otro destino del planeta, según el informe.
Simultáneamente, Asia se erigió como el principal proveedor de bienes importados por la región. Su participación en las importaciones aumentó de 12 % a 31 %, particularmente en productos electrónicos, automóviles y una amplia gama de bienes intermedios para la industria.
La mayor parte de esa expansión se debe a China, cuyas importaciones desde América Latina y el Caribe aumentaron un promedio anual de 20,4% entre 2000 y 2018, en comparación con 5,3% del resto del mundo.
«Las empresas chinas tienen mucha voluntad y están dispuestas y capacitadas para trabajar en América Latina para beneficio mutuo», señaló Xian Hong, de Bank of China.
Pero ese intercambio podría ser mayor por la demanda asiática en alimentos debido al crecimiento de la clase media asiática, que alcanzará 3.500 millones de personas antes de 2030.
Sin embargo, «los costos del comercio entre las dos regiones se ubican entre los más altos del mundo» y están determinados «por políticas comerciales restrictivas y por una conectividad logística deficiente», indica el informe.
Latinoamérica es una cadena «muy importante de la globalización», pero tiene «limitaciones de infraestructura» y un costo logístico «muy alto» que «está afectando» su ventaja productiva, dijo Fu Gangfeng, presidente de China Cosco Shipping Corporation.
– «Prioridad fundamental» –
Para un mayor flujo comercial, el BID recomienda maximizar acuerdos comerciales, firmar nuevos tratados, reducir los aranceles y mejorar la infraestructura física.
Las exportaciones de la región pagan en promedio aranceles de casi 10% para ingresar a Asia, mientras que los envíos asiáticos enfrentan tasas alrededor de 7% en América Latina.
El BID considera una «prioridad fundamental» eliminar estas trabas comerciales para que los productos latinoamericanos no queden en desventaja respecto a sus competidores en los mercados asiáticos.
«Nuestros empresarios están más que listos y capaces para encontrar nuevos mercados en Asia”, dijo Fabrizio Opertti, gerente del BID.
«China es un mercado atractivo. Hay cientos de acuerdos y decenas de proyectos en marcha en áreas clave para el desarrollo (regional)», reconoció el ministro panameño de Comercio, Ramón Martínez.