Managua (AFP) – Las sanciones impuestas por Estados Unidos al Banco Corporativo (BANCORP) de Nicaragua hace poco más de una semana por supuestos vínculos con la estatal venezolana PDVSA y una empresa mixta de ambos países provocaron el «cierre de operaciones», dijo este jueves uno de sus accionistas.
«El banco no puede seguir operando porque no tiene capacidad operativa (…) el cierre es una realidad», dijo a la AFP Eduardo Hollman, un accionista de Bancorp y militante del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional.
El banco, cuya compra por parte del Estado autorizada en marzo por el parlamento quedó inconclusa, espera ahora la respuesta de la superintendencia de Bancos y otras instituciones financieras (Siboif) para su «disolución voluntaria anticipada», agregó Hollman.
La decisión adoptada por los accionistas se comunicó a la Siboif en una carta que indica que el banco «se encuentra imposibilitado de seguir haciendo negocios debido a la sanción impuesta» por Estados Unidos, detalló Hollman.
La sanción dispuesta por la administración estadounidense el 17 de abril impide que bancos nacionales y otras entidades hagan transacciones con Bancorp, bajo pena de ser sancionados o perder sus corresponsalías con bancos internacionales.
Estados Unidos consideró que el Bancorp era «un banco utilizado por el régimen de (Daniel) Ortega para lavar y ocultar dinero de Albanisa», una empresa mixta nicaragüense-venezolana, según la propia institución.
El Bancorp rechazó en un comunicado emitido el miércoles esas acusaciones por las que fue sancionado por el departamento del Tesoro, y las calificó de «rumores e informaciones confusas» que han afectado su negocio.
En su defensa, la institución nicaragüense afirma ser «un banco privado de capital nacional donde nunca ha existido participación accionaria de Albanisa, PDVSA o subsidaria de ésta», según el texto de la nota.
Albanisa surgió como parte de un convenio de cooperación petrolera entre Nicaragua y Venezuela firmado en 2008, que habría aportado al gobierno de Ortega más de 4.000 millones de dólares entre 2009 y 2017.
El Bancorp, que inició operaciones en 2015, aseguró que Albanisa fue su cliente hasta febrero, como lo era de otros bancos del sistema financiero.
– Arrepentido –
Según el directivo de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (Amcham), Mario Arana, «claramente las sanciones parecen ir tras los flujos (de dinero) que alimentan al régimen» de Nicaragua, dijo en alusión al gobierno de Ortega.
«Estas sanciones lo que afectan son los negocios del ALBA» (Alianza Bolivariana para América), explicó Arana, también miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), que participa en un diálogo con el gobierno para resolver la crisis que atraviesa el país.
El mes pasado, el parlamento de Nicaragua había aprobado la compra por el Estado del Bancorp por 23 millones de dólares, lo que la oposición denunció como un acto de corrupción y lavado de dinero para evadir las sanciones de Estados Unidos.
Pero según Hollman, el gobierno «se retractó» de esta operación porque, aunque no lo dijo, la venta «no se consumó» y la ley no fue publicada en el boletín oficial La Gaceta.
Las sanciones de Estados Unidos son parte de la presión para que Ortega llame a elecciones anticipadas para resolver una crisis que detonó hace un año por protestas opositoras que piden la renuncia del mandatario.
Según organismos de derechos humanos, la represión a las protestas opositoras ha dejado han dejado 325 muertos, 2.000 heridos, centenares de detenidos y miles de exiliados.