Washington (AFP) – El Banco Mundial divulgó este martes un diagnóstico pesimista de la economía global, enferma de covid-19, y advirtió que su recuperación dependerá en gran medida de la rapidez con que se desplieguen campañas masivas de vacunación.
La institución redujo su previsión de crecimiento en el mundo para 2021, aunque considera que la caída de la economía en 2020 fue «menos fuerte» de lo temido, con un retroceso de 4,3% frente al 4,5% pronosticado en junio pasado.
Se espera que el PIB mundial crezca un 4% este año, una reducción de 0,2 puntos porcentuales en comparación con la última proyección, detalla la institución en su perspectiva económica mundial.
Las nuevas previsiones son reflejo del panorama a finales de 2020 en todo el globo, donde siguen incrementándose los contagios de covid-19 y han surgido nuevas variantes del coronavirus, llevando a nuevas restricciones que perturban aún más la actividad económica.
Estos contratiempos también han provocado, según el Banco Mundial, una reducción «considerable» de ingresos públicos y privados. Por un lado los ingresos fiscales han caído y por otro los despidos masivos han afectado el poder adquisitivo de los hogares.
«Es probable que la recuperación sea moderada, a menos que los encargados de la formulación de políticas actúen con decisión para controlar la pandemia y apliquen reformas que aumenten las inversiones», advierte la institución, que cree que «las perspectivas a corto plazo siguen siendo muy inciertas».
El escenario más pesimista, si continúan creciendo las infecciones de covid-19 y se retrasan las campañas de vacunación, avizora una expansión de solo 1,6% en 2021.
Por el contrario, la hipótesis más optimista -control de la pandemia y aceleración de las vacunaciones- apunta a un crecimiento de casi el 5%.
Recuperación leve –
En Latinoamérica y el Caribe, el organismo multilateral prevé una expansión económica del 3,7% este año, mejorando su previsión anterior de un crecimiento de 2,8% para la región, publicada en junio.
«Se espera que la actividad económica regional crezca un 3,7% en 2021, a medida que se flexibilicen las iniciativas para mitigar la pandemia, se distribuyan vacunas, se estabilicen los precios de los principales productos básicos y mejoren las condiciones externas», dijo el Banco Mundial.
Sin embargo, recalcó que la recuperación, que llegará luego de una década de crecimiento lento, «será muy leve».
Y advirtió que un escenario negativo, con retrasos en la distribución de la vacuna contra el covid-19 y efectos económicos secundarios, podría reducir el incremento del Producto Interno Bruto (PIB) a 1,9%.
En tanto en Estados Unidos, tras una contracción estimada de 3,6% en 2020, se espera que el PIB repunte hasta 3,5% en 2021, 0,5 puntos porcentuales menos que la previsión anterior.
La zona euro registrará una expansión de 3,6%, tras una caída de 7,4% en 2020, mientras que Japón crecerá solo 2,5% en 2021 tras una contracción de 5,3% en 2020.
La actividad económica será algo más robusta en los mercados emergentes y las economías en desarrollo.
El Banco Mundial espera que estos países crezcan un 5% este año, principalmente gracias a China, que crecerá un 7,9% tras una contracción del 2,6% en 2020.
Crisis de deuda –
La desigualdad frente a esta crisis es «dramática» y ha generado un «aumento devastador de la pobreza extrema», lamentó el presidente del Banco Mundial, David Malpass, durante una conferencia de prensa telefónica el martes.
«Las personas en la parte inferior de la escala de ingresos han sido las más afectadas» por la recesión y «es probable que sean las últimas en encontrar trabajo, obtener atención médica, vacunarse y adaptarse a la economía» post Covid, agregó.
«La pandemia ha sumido a millones de personas en la pobreza», sostiene el organismo en su informe, e insta a los gobiernos a iniciar reformas y programas de inversión masiva para mejorar los servicios de salud, educación e infraestructura digital.
«Es probable que la desaceleración del crecimiento mundial prevista para el próximo decenio empeore debido a la falta de inversiones, el subempleo y la disminución de la fuerza de trabajo en muchas economías avanzadas», advierte.
Y aunque el Banco Mundial manifiesta con frecuencia su preocupación por la acumulación de deuda de los países en desarrollo y las economías emergentes, en esta ocasión observa que la pandemia ha exacerbado en gran medida sus riesgos de endeudamiento y el lento crecimiento.
Ello aumenta aún más el peso de la deuda y socava la capacidad de los países deudores para honrarla.
«Es necesario que la comunidad mundial actúe con rapidez y determinación para asegurarse de que la reciente acumulación de deuda no resulte en una serie de crisis de deuda», advierte Ayhan Kose, jefe de la división de Crecimiento justo, finanzas e instituciones, citado en un comunicado de prensa.
«El mundo en desarrollo no puede permitirse otra década perdida».