Londres (AFP) – La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció el martes en Londres la «brutalidad policial» utilizada en algunos países para reprimir protestas fustigadas por la «desigualdad» social y llamó a los dirigentes a «escuchar las críticas».
Mencionando países como Chile (que ella presidió en 2006-2010 y 2014-2018) pero también Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Francia, Hong Kong, Líbano, Rusia o España, Bachelet hizo hincapié en la multiplicación este año de las protestas callejeras.
«Esto sugiere que un movimiento muy amplio está en marcha y denota un fallo fundamental de la política y la economía contemporáneas», afirmó atribuyendo estas manifestaciones a la existencia de una creciente «desigualdad» económica y social y a la «percepción de un déficit democrático».
Lamentó que en «la mayoría de estas protestas» la respuesta inicial se centrase en la acción policial.
Los gobiernos prefirieron «sofocar las protestas en lugar de escuchar lo que los manifestantes tienen que decir, y en muchos casos esto implicó acusaciones de excesos y a veces uso letal de la fuerza por parte de la policía», subrayó.
La «brutalidad policial» contra quienes «reclaman pacíficamente sus derechos humanos o expresan opiniones críticas constituye una violación de los derechos humanos, pero además, al aumentar la tensión, dificulta una salida sostenible de la crisis», denunció.
Haciendo balance de los desafíos para los derechos humanos en el instituto londinense de estudios diplomáticos Chatham House, la exdirigente socialistas chilena consideró asimismo que sanciones como las que se imponen a Venezuela «están creando problemas adicionales» debido a su excesiva aplicación.
Así, denunció, algunos bancos europeos rechazan enviar dinero de oenegés a hospitales venezolanos por temor a vulnerar dichas medidas.
Y en respuesta a una pregunta sobre el lenguaje utilizado en el acalorado debate político que sacude al Reino Unido, la Alta Comisionada llamó a todos los líderes a moderar sus discursos para evitar «crear la división, el discurso de odio, la xenofobia» porque eso «da libertad a otros».
Pediatra de formación, Bachelet se mostró asimismo escandalizada de que en el Reino Unido los niños puedan ser encarcelados a partir de los diez años.