Ureña (Venezuela) (AFP) – Cargamentos de ayuda humanitaria para Venezuela, gestionados por el líder opositor Juan Guaidó, debieron replegarse este sábado ante el férreo bloqueo que impusieron los militares, en medio de disturbios que dejaron dos muertos y decenas de heridos en las fronteras con Colombia y Brasil.
Un menor de 14 años y un adulto fallecieron por impacto de bala en Santa Elena de Uairén, en el estado de Bolívar (sur), limítrofe con Brasil, según la ONG Foro Penal -crítica del gobierno- por la «represión militar». El viernes murió un mujer en choques en esa zona.
En la frontera con Colombia, los uniformados impidieron, con bombas lacrimógenas y balas de goma, el ingreso de cientos de manifestantes y furgones cargados de alimentos y medicinas por los puentes que comunican a las ciudades venezolanas de Ureña y San Antonio con la localidad colombiana Cúcuta, mayor centro de acopio de la ayuda.
Dos de los camiones fueron quemados y decenas de personas sacaron bolsas y cajas para evitar que las llamas consumieran la ayuda. Los seguidores de Guaidó acusaron a civiles armados afines a Maduro. El gobierno, por su parte, responsabilizó a Guaidó y al presidente colombiano, Iván Duque, de la violencia.
«Esta acción pacífica y de carácter humanitario ha sido interrumpida desde Venezuela bajo el régimen usurpador de Maduro con una represión violenta y desproporcionada», dijo el canciller Carlos Holmes Trujillo, al anunciar el repliegue de los camiones.
Guaidó anunció temprano que la ayuda había pasado la frontera con Brasil, pero los camiones con ayuda humanitaria debieron regresar a la ciudad limítrofe de Pacaraima la tarde de este sábado, tras haber permanecido durante el día apostados en la frontera, comprobó la AFP.
La movilización para hacer entrar la ayuda fue «impresionante» y «debilitó aún más a Maduro, pero no fue el golpe de gracia», opinó Michael Shifter, de Diálogo Interamericano, en Washington.
El líder opositor, reconocido como presidente encargado por unos 50 países, se encuentra en Cúcuta desde el viernes, desafiando una orden judicial que le impide salir del país. Desde allí, responsabilizó al «régimen usurpador de Maduro» por lo ocurrido.
En medio de los choques en Táchira, desertaron al menos 60 militares y policías venezolanos, que pasaron al lado colombiano, según informó Migración de Colombia.
En Caracas, miles de opositores, vestidos de blanco y ondeando banderas venezolanas, protestaron frente al aeropuerto militar La Carlota, en tanto que Maduro presidió una multitudinaria marcha de seguidores, durante la que anunció la ruptura de relaciones con Colombia.
– Deserciones –
La policía colombiana dio protección a los uniformados desertores y uno de ellos, que portaba el uniforme de la Guardia Nacional Bolivariana, lloró con las manos en alto tras agradecer haber podido cruzar la frontera.
Guaidó ofreció amnistía a los miembros de la Fuerza Armada, principal sostén del gobierno socialista, que rompan con Maduro.
«Los soldados con quienes he hablado han respondido a su deseo de vida y futuro para sus hijos que el usurpador no les garantiza», dijo Guaidó, tras reunirse con varios de ellos en Cúcuta.
Para el analista David Smilde, experto en Venezuela de WOLA, «la oposición buscó poner a los militares en la mira y estimular deserciones significativas». Sin embargó, destacó: «sólo tuvo éxito a una escala muy pequeña».
Las fronteras de Venezuela con Colombia por la región de Táchira y con Brasil fueron cerradas por orden de Maduro, que considera la ayuda como un pretexto para una intervención militar de Estados Unidos.
«¡Presidente (Maduro) esta es tu Fuerza Armada, mira cómo nos disparan!», denunció José David Morales, de 45 años, mientras mostraba restos de proyectiles disparados en el sector El Salto, de Bolívar, donde vecinos exigían el paso de la ayuda por la frontera con Brasil.
– Ruptura con Colombia –
El lanzamiento del operativo humanitario provocó el anuncio de Maduro de la ruptura de relaciones con Colombia.
«He decidido romper todas las relaciones políticas y diplomáticas con el gobierno fascista de Colombia», dijo Maduro, ante miles de seguidores.
Pero Colombia dijo que no reconoce al gobierno «usurpador» ni su anuncio de romper relaciones.
Para lanzar el operativo humanitario, a Guaidó lo acompañan los presidentes de Colombia, Iván Duque, Chile, Sebastián Piñera, y de Paraguay, Mario Abdo, así como el secretario general de la OEA, Luis Almagro.
Maduro, respaldado por Rusia, aseguró que jamás renunciará a la presidencia.
«Jamás me doblegaré, jamás me rendiré», agregó Maduro, al insistir en que el presidente estadounidense Donald Trump quiere adueñarse de las riquezas de este país petrolero.
Hay otro centro de acopio en la isla caribeña de Curazao, donde voluntarios venezolanos esperan hacer salir un barco pese a que el gobierno de Maduro suspendió los zarpes y vuelos hacia ese territorio.
El barco que zarpó este sábado de Puerto Rico, un territorio estadounidense en el Caribe, con carga de ayuda humanitaria para Venezuela «recibió amenaza directa de fuego por parte de naves venezolanas», informó el gobernador Ricardo Rosselló.
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