Santiago (AFP) – Policías irrumpen en la escena de un crimen. Oculto, manchado con sangre y rastros de pólvora, aparece el principal sospechoso, pero no es cualquiera: es un joven con síndrome de Down. Así arranca «Cromosoma 21«, la primera serie chilena protagonizada por actores con esta condición genética.
Es la primera vez que se emite una serie que tiene como protagonistas a personas con síndrome de Down en la televisión abierta de Chile, el país de América Latina que cuenta con la mayor incidencia de personas nacidas con esta condición, 2,4 por cada 1.000 nacimientos, según el Estudio Colaborativo Latinoamericano de Malformaciones genéticas ECLAMC.
Se trata de un thriller policial de ocho capítulos, que lejos de entregar una visión paternalista los muestra como personas «con sus luces y sombras», reflexiona el director en entrevista con la AFP junto al elenco en la sede del Canal 13 en Santiago, donde se emite la serie.
«En esta serie no se les trata ni de angelitos ni se les trata como niños, sino que se les trata como adultos, como personas, con sus luces y sus sombras», afirma Matías Venables, el director de la serie de la que ya se han emitido con gran éxito tres capítulos.
Sebastián Solorza, de 40 años, y Pía Urrutia, de 29, son los actores con síndrome de Down en roles protagónicos.
Solorza encarna a «Tomy», el principal sospechoso del crimen que ocurre al interior de una fábrica y a quien la policía encuentra en estado de shock.
Urrutia es Cristina, la novia de «Tomy», con quien vive una relación tormentosa ya que al pertenecer a clases sociales diferentes las familias de ambos se oponen a que estén juntos.
Un viaje de aprendizaje –
Matías Venables no tiene a nadie en su entorno con síndrome de Down pero hace seis años se propuso trabajar con personas que tuvieran esta condición genética.
Pensó en una comedia o un drama, pero luego optó por una historia policial para llegar a un público más masivo. Y también para poder hablar del Chile de hoy.
«Quise a través de esta historia también hablar de Chile, del Chile actual. Del Chile desigual, donde el lugar donde se nace todavía determina mucho el lugar donde terminas tu vida y las oportunidades que tienes», afirma, sobre los dos mundos en la trama.
La serie se grabó durante tres meses. El elenco tuvo que adaptarse a trabajar con actores con síndrome de Down, en una situación no muy distinta, según afirman, a los requerimientos especiales que también expresan otros actores sin esta condición.
Mientras Pía Urrutia traía aprendidos sus parlamentos, Sebastián Solorza -que no sabe leer- tuvo que ser guiado en sus diálogos por el director a través de un audífono.
«Para mí fue un tremendo desafío pero finalmente fue un goce: Sebastián es muy mágico, muy talentoso y luminoso y uno como actor se deja permear por esa energía», dice Gastón Salgado, un actor emergente en Chile, que en la serie encarna a «Beckham», el hermano delincuente de Tomy, el mal ejemplo de la familia.
La actriz Valentina Muhr se mete en la piel de la policía que toma el caso en sus manos e intenta entender si una persona con síndrome de Down puede o no cometer un asesinato y si es consciente de ello.
«Nunca había trabajado con personas con síndrome de Down y no fue tan distinto. No fue un desafío tan distinto al de trabajar con personas con otras condiciones especiales, como madres o niños», reflexiona Muhr al hablar con la AFP.
Límites –
La serie se estrenó el 14 de octubre. Ese día fue el tema más comentado en la red social de Twitter a raíz de los dilemas que plantea:
¿Qué tan autónomas pueden ser las personas con síndrome de Down?, ¿Cuál es la responsabilidad penal de alguien con esa condición? ¿Es legítimo que personas con síndrome de Down sueñen con tener una familia?
Los propios protagonistas de la serie entregan sus respuestas. «Puedo actuar en cualquier parte, porque mi sueño es ser actor de Hollywood», dice ilusionado Sebastián Solorza.
Además de actriz, Pía Urrutia participa en un grupo de danza moderna que se presentó recientemente en Montevideo, y de lunes a viernes trabaja como asistente administrativa en una clínica privada de Santiago.
«Hay personas que nos miran y nos dicen: ¡Son actores! Y nosotros somos capaces de darlo todo», sostiene con orgullo Urrutia.
En España, la película de Javier Fesser «Campeones», protagonizada por discapacitados, fue un éxito de taquilla en 2018 y ganó tres premios Goya. En 2021 la española «Valentina», sobre una niña con síndrome de Down, ganó el Goya a la mejor película de animación.
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