México (AFP) – La ONG Artículo 19 exigió este martes al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que detenga la violencia contra los periodistas, al presentar su informe anual, en el que denuncia que el mandatario criticó abiertamente a los periodistas que no son sus partidarios.
«Decidimos que este informe sea para no olvidar, para reconocer la violencia a la libertad de expresión e información que hasta hoy ha dado pauta a la negación de un México violento, impune, desigual y corrupto», dijo Ana Cristina Ruelas, directora en México de la ONG con sede en Londres.
En su informe, llamado «Ante el silencio, ni borrón ni cuenta nueva», Artículo 19 asegura que de los más de 100 periodistas que han sido asesinados en México desde el año 2000, 47 corresponden al mandato del expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), en el que también se registraron cuatro desapariciones y 2.502 agresiones contra periodistas.
Más del 99% de estos crímenes continúan impunes, según la ONG, que califica a México como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo y el más peligroso en América Latina.
En tanto, los mecanismos oficiales de defensa de periodistas «en los hechos es letra muerta», recalcó Ruelas.
Además, la narrativa oficial del actual gobierno de López Obrador, quien asumió el poder en diciembre pasado, «mantiene una clara división entre quienes simpatizan con el proyecto político del presidente y los que no», destaca el informe.
El mandatario izquierdista, quién ganó las elecciones prometiendo acabar con la corrupción y la «mafia del poder» de las élites, tilda de «fifi» (persona presumida y que se ocupa de seguir las modas) a la prensa que él considera de derecha o que no adhiere a su proyecto.
«Así, la crítica al poder donde ya no se permiten los ‘grises’ o matices (…) parece dejar atrás la promesa de transformación del país», señala el artículo.
En lo que va del año, al menos tres periodistas han sido asesinados en México.
Según Artículo 19, Veracruz, un violento estado del este con fuerte presencia del crimen organizado, sigue siendo la provincia más peligrosa para los reporteros, por lo que muchos se ven obligados a desplazarse.