La Paz (AFP) – Varios videos y fotos difundidos en las redes sociales sobre la presunta producción de arroz a partir de material plástico han causado alarma en varios países y provocado la caída de las ventas de este grano en Bolivia.
Las autoridades bolivianas desmintieron este miércoles la versión según la cual hay arroz plástico en el país, en un intento por tranquilizar a la población y frenar la caída de las ventas.
Según el presidente de los Ingenios Arroceros del norte de Santa Cruz, Guery Vargas, las ventas ya cayeron 50%.
¿Qué verificamos?
Hace unas semanas comenzó a circular en Bolivia un video que muestra a un operario introduciendo objetos de plástico en una máquina. Al final de la línea de producción se ven recipientes llenos de partículas blancas que parecen granos de arroz.
Poco después un medio publicó que en el departamento norteño de Pando, fronterizo con Perú, se vendía arroz plástico, lo que fue desmentido por las autoridades locales.
Otros videos caseros presuntamente de poblaciones rurales en las regiones de Chuquisaca (sureste), Cochabamba (centro) y Potosí (suroeste), muestran a personas tratando de tostar granos de arroz que toman extrañas coloraciones y, según los relatos, también olores.
Estos videos se transmitieron en cadenas de televisión, aunque aclarando que no había confirmación oficial. Incluso funcionarios de salud fueron entrevistados para enseñar a la población a usar métodos caseros para detectar el arroz falso. El más común era introducir el producto en agua: si flotaba era falso, si no, genuino.
¿Qué sabemos?
El video que muestra la presunta falsa fabricación de arroz circula en realidad en las redes en varios idiomas por lo menos desde noviembre de 2016, pero ya desde 2011 hay advertencias en internet sobre la fabricación de arroz de plástico en China.
Las autoridades municipales y policiales de Bolivia no han recibido ninguna denuncia formal.
No obstante, fiscalizadores del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) comprobaron que el arroz vendido en los mercados al menudeo de todo el país era genuino, señaló la entidad.
También se propagó la versión de que los granos artificiales estaban mezclados con productos naturales importados, en particular de China, presunto origen del arroz plástico.
«En Bolivia no ha ingresado ningún tipo de arroz para consumo humano que pueda generar esta susceptibilidad que se generó en las redes sociales», dijo en rueda de prensa este miércoles el director nacional del Senasag, Javier Suárez.
La directora general de la Aduana boliviana, Marlene Ardaya, declaró que «no se ha hecho ninguna importación (de arroz) desde los países asiáticos».
Las importaciones de este grano provienen principalmente de Argentina y Brasil, las que se suman a la producción local, de unas 340.000 toneladas el año pasado en Bolivia, que tiene una demanda interna de 530.000 toneladas anuales.
El proceso que muestra el video viral, que consiste en introducir elementos de plástico en una máquina que los transforma, es similar al del reciclado de objetos con el que se obtienen pellets de plástico, unas pequeñas partículas que pueden tener el color y la forma de granos de arroz blanco y que luego son transformadas en nuevos objetos o prendas.
¿Qué podemos concluir?
Los videos virales sobre la presunta fabricación de arroz de plástico en Asia circulan desde hace años sin que se haya constatado la autenticidad del producto.
La presencia de arroz plástico en Bolivia no pudo ser comprobada en las inspecciones de las autoridades locales; éstas nunca recibieron denuncias formales por ello.
De lo que sí está segura Ardaya es que «este tema de las redes sociales está haciendo daño» real a la producción de arroz de Bolivia, una caída del 50% de las ventas.