Bogotá (Colombia).- Colombia ha dado un paso significativo en la conservación de su patrimonio subacuático al iniciar una nueva fase de investigación del galeón San José, sumergido en el Caribe desde hace más de 300 años tras un enfrentamiento naval con barcos ingleses. 

Este proyecto no solo busca explorar los restos del galeón, sino también protegerlos, como lo demuestra la reciente declaración del sitio como área arqueológica protegida, un hito que convierte a Colombia en pionera de la arqueología en aguas profundas en Latinoamérica.

El Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh), en colaboración con el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, la Armada y la Dirección General Marítima, lidera esta ambiciosa misión titulada «Hacia el corazón del galeón San José». 

Esta iniciativa se enriquece con la experiencia de otros países con logros notables en este campo, como México, cuya experiencia ha sido fundamental para el desarrollo de la metodología del proyecto.

Durante el Simposio Internacional «Perspectivas y desafíos del proyecto de investigación en el bien de interés cultural galeón San José», organizado en febrero de 2024, Roberto Junco Sánchez, subdirector de Arqueología Subacuática del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México, compartió las experiencias y desafíos de proyectos similares. 

Junco destacó cómo la cooperación internacional y el intercambio de conocimientos son cruciales para el éxito de estas investigaciones.

“México dio asesoría y puntos de vista. Nos hicieron consultas específicas a partir de la experiencia en el proyecto de Nuestra Señora del Juncal, otro barco emblemático de la historia de América, naufragado en 1631, en el Golfo de México, aún sin ubicarse», dijo Junco Sánchez.

«Hay paralelismos con esta experiencia mexicana que a los colombianos les interesó; se evaluaron problemáticas técnicas y aciertos en el manejo del patrimonio cultural subacuático».

El proyecto se basa en tecnologías avanzadas de exploración subacuática que utilizan vehículos operados remotamente (ROV) para estudiar los restos del galeón a profundidades inaccesibles para los buzos. Esta metodología permite obtener imágenes detalladas del sitio y recolectar datos precisos sobre la disposición y estado de los objetos encontrados en el lecho marino.

La primera fase del proyecto se centró en la documentación del contexto arqueológico del naufragio, utilizando tecnologías de posicionamiento dinámico y acústico para guiar el vehículo de operación remota equipado con múltiples sensores. 

Las imágenes y muestras recogidas ayudarán a clasificar los materiales encontrados y a entender los patrones de distribución espacial del yacimiento.

Un aspecto clave del proyecto es el prediagnóstico de conservación, que se realiza a través de un sistema de información geográfica. Este análisis es vital para determinar el nivel de deterioro de los artefactos y establecer estrategias para su preservación a largo plazo. 

Además, la documentación digital del sitio permitirá la creación de productos fotogramétricos que servirán tanto para estudios científicos como para fines divulgativos, asegurando que el legado del galeón San José sea accesible para futuras generaciones.

La colaboración continua entre Colombia y México ha fortalecido la capacidad de ambos países para manejar su patrimonio cultural subacuático. Arqueólogos colombianos han recibido formación en México, y viceversa, facilitando un intercambio de conocimientos y técnicas que enriquecen los proyectos en ambos países.

Este proyecto no solo es un avance para Colombia en el ámbito de la arqueología subacuática, sino que también establece un precedente en Latinoamérica. 

La designación del sitio del galeón San José como Área Arqueológica Protegida subraya el compromiso de Colombia con la conservación de su patrimonio cultural y abre nuevas posibilidades para el estudio y la protección de otros sitios subacuáticos en la región. 

Con este proyecto, Colombia se posiciona como líder en la preservación y estudio del patrimonio subacuático en América Latina, promoviendo un futuro donde el pasado sumergido no sea olvidado, sino explorado y protegido.