Los Ángeles, 28 mar (EFE).- El juicio a un indocumentado convicto de siete delitos graves y deportado del país cinco veces, que está ahora acusado de la muerte a tiros de una joven que paseaba con su padre por San Francisco, comenzará en julio próximo, tras ser aplazado hoy nuevamente, informó la fiscalía.
El proceso contra Juan Francisco López Sánchez, de 56 años, aunque su edad no ha podido ser confirmada por las autoridades, ha sido parte importante de la polémica en torno a las ciudades consideradas «santuario» para inmigrantes en el país.
Max Szabo, portavoz de la fiscalía distrital de San Francisco, dijo a Efe que la nieva fecha para el comienzo del juicio es el 14 de julio de 2017 y que se cancelan las audiencias previstas para el 28 de marzo y el 14 de abril, que estaban fijadas para el caso de que hubiera comenzado hoy.
El caso de López Sánchez es un símbolo para los críticos de las llamadas ciudades o jurisdicciones santuario, en las que las autoridades locales no colaboran con los requerimientos de las agencias de inmigración, como es el caso de San Francisco.
López Sánchez, originario de Guanajuato (México), está acusado de la muerte de Kathryn Steinle, de 32 años, que caminaba con su padre el 1 de julio de 2015 por el Muelle 14, un lugar turístico de San Francisco.
Según mostró la investigación, López Sánchez, cuyo nombre de nacimiento es José Inez García Zarate, había sido deportado cinco veces del país, la más reciente en 2009.
La muerte de Steinle fue esgrimida durante la campaña presidencial por el entonces candidato Donald Trump para sustentar su promesa de hacer cumplir las leyes de inmigración en el país y deportar a los indocumentados condenados por delitos graves.
Esta semana el fiscal general de la nación, Jeff Sessions, pidió que todas las ciudades y jurisdicciones del país colaboren activamente con las autoridades de inmigración.
«Urjo a las ciudades y estados de nuestra nación para que consideren cuidadosamente el daño que están haciendo a sus ciudadanos al negarse a hacer cumplir nuestras leyes de inmigración», dijo este lunes Sessions al invitar a «repensar esas políticas».
Cuando se produjo la muerte de Kate Steinle, el indocumentado, que según su historial judicial había sido declarado culpable de siete delitos graves, gozaba de libertad condicional en Texas.
Según la acusación, alrededor de las 6:30 de la tarde del 1 de julio de 2015, López Sánchez hizo tres disparos con un arma robada que tenía en su poder. Una bala rebotó en el piso e hizo blanco en Steinle, a la que el disparo le perforó la aorta.
Su deceso motivó la presentación en 2015 de la Ley Kate, que establecía una pena obligatoria de cárcel por el reingreso ilegal al país, que nunca fue votada por la legislatura.
El juez de la Corte Superior de San Francisco Brendan Conroy determinó que había suficiente evidencia para enjuiciar a Sánchez y la fiscalía cambió la acusación de asesinato en primer grado por asesinato en segundo grado.
El cargo de asesinato en segundo grado está agravado por el uso de un arma de fuego y por tratarse de un convicto en libertad condicional en posesión del arma.
De ser hallado culpable de todos los delitos el acusado enfrenta cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional.
No es la primera vez que López Sánchez debe responder ante la justicia.
En 1993 fue condenado tres veces en el estado de Washington por posesión de heroína y elaboración de narcóticos. Luego de otra condena por drogas y de cumplir un período en la cárcel, esta vez en Oregón, las autoridades de inmigración lo deportaron en junio de 1994.
No obstante regresó y fue condenado dos años después por posesión de heroína en el estado de Washington y deportado por segunda vez en 1997.
El 2 de febrero de 1998 fue deportado por tercera vez y seis días después lo detuvo la Patrulla de Fronteras y un juez federal lo condenó a cinco años y tres meses de prisión por reingreso no autorizado al país.
En 2003 ocurrió su cuarta deportación. Sin embargo reingresó al país a través de la frontera con Texas y fue detenido nuevamente por autoridades federales y, luego de estar en la cárcel, volvió a ser deportado en junio de 2009.
Tres meses después López Sánchez fue capturado nuevamente intentando cruzar la frontera en Eagle Pass, Texas, y se declaró culpable del delito grave de reingreso.
El 26 de marzo de 2015, por requerimiento del Departamento Alguaciles de San Francisco, la Oficina de Prisiones (BOP) lo entregó a las autoridades de esa ciudad por una orden de arresto por drogas.
Seguidamente el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) emitió una orden de retención pidiendo que fuera mantenido en custodia para que las autoridades de inmigración lo pudieran detener.
No obstante, debido a que San Francisco se acoge a la política de «ciudad santuario», las autoridades de la ciudad no cumplieron con la solicitud del ICE y lo dejaron en libertad el 15 de abril de 2015.