Bogotá (AFP) – Un líder de la disuelta guerrilla FARC, de quien se temía se hubiera apartado del proceso de paz en Colombia, reapareció este martes tras varias semanas en las que su paradero fue una incógnita, informó la fiscalía.
El temido Henry Castellanos, conocido como «Romaña», se contactó a través de una misiva dirigida al ente acusador público en la que señala su «compromiso con (el) cumplimiento del Acuerdo de Paz» que el año pasado desarmó y transformó en partido a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la otrora guerrilla comunista.
En el documento el excomandante rebelde «reclama legítimamente (la) implementación de proyectos productivos», escribió la fiscalía en su cuenta de la red social Twitter.
Castellanos, conocido por liderar secuestros masivos, era uno de los tres líderes de la exguerrilla sobre quien a principio de mes el presidente Iván Duque había pedido explicaciones al partido FARC tras su salida intempestiva de la zona dispuesta para su reinserción.
Duque, que asumió el poder hace un mes con la promesa de modificar el pacto que considera indulgente con los rebeldes, cuestionó si los excomandantes seguían en el proceso de paz.
Los otros dos líderes aludidos son Iván Márquez, número dos de la antigua guerrilla, y Hernán Velásquez («El Paisa»), de quienes aún se desconoce su paradero y situación.
Márquez renunció a su escaño como senador, que le reservaba el acuerdo, alegando «desfiguración» de lo convenido para superar medio siglo de conflicto armado.
Versiones de prensa apuntaron a una supuesta incorporación de los excomandantes a las disidencias apartadas del acuerdo suscrito en 2016 con el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos o a huídas a Venezuela. Esto ha sido negado por la exguerrilla.
El senador de las FARC Pablo Catatumbo pidió este martes a sus compañeros desaparecidos que «se pronuncien y ayuden a esclarecer esa situación de incertidumbre».
Por su parte, la misión de la ONU en Colombia, encargada de supervisar la reincorporación de los excombatientes, advirtió la semana pasada de que seis líderes rebeldes habían abandonado las zonas de concentración.
Uno de ellos, Fabián Ramírez, publicó el lunes una carta en la que reitera su compromiso con el acuerdo que desarmó a 7.000 combatientes y dijo que viajaba por el sur del país para explicar «la necesidad de apoyar el proceso de Paz».
Las FARC han reclamado con insistencia incumplimientos estatales de lo acordado en Cuba. Entre ellos los recursos prometidos para la reincorporación de los exguerrilleros y garantías de seguridad.
Sin un mando unificado, las disidencias de las FARC cuentan con unos 1.200 combatientes, de acuerdo con inteligencia militar. Estos grupos se dedican principalmente al narcotráfico y la minería ilegal.