Caracas (AFP) – Un masivo apagón en Caracas generó este martes caos en el transporte, el comercio y las comunicaciones, reflotando denuncias sobre un colapso de los servicios públicos, aunque el gobierno venezolano aseguró por enésima vez que fue un sabotaje.
«Sabotearon el sistema eléctrico de Caracas (…). Es cuestión de horas que capturemos a los responsables materiales», dijo el presidente Nicolás Maduro durante un acto transmitido por la televisora gubernamental.
«No se sorprendan de los responsables políticos e intelectuales», agregó el mandatario, insinuando una vinculación de dirigentes opositores, sin mencionar nombres.
El corte dejó sin electricidad al 80% de la capital, informó temprano el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta, en Twitter.
Luego de unas tres horas de interrupción, el servicio empezó a restablecerse progresivamente en la ciudad, de unos seis millones de habitantes.
El problema se originó en la subestación de Santa Teresa (estado Miranda, norte), según Motta, quien citó un reporte del servicio de inteligencia según el cual desconocidos cortaron «cables de control de los transformadores de tensión».
El funcionario difundió fotos en las que se ve a un obrero sosteniendo pequeños cables tajados.
Sin embargo, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, ubicó la falla en otra localidad de Miranda.
En ese estado, el apagón afectó a las ciudades satélite de Guarenas y Guatire, mientras en el vecino Vargas (centro-norte) se vio se comprometido el aeropuerto internacional de Maiquetía, que sirve a la capital.
Maiquetía estuvo una hora sin luz durante el primer corte. El servicio, luego de restablecerse por unos minutos, volvió a interrumpirse.
«Estuvimos parados en migración cerca de una hora, no tenía señal telefónica ni de internet», dijo a la AFP Estefanía Freire, cuyo vuelo se retrasó más de tres horas, si bien el aeropuerto aseguró en Twitter que las operaciones aéreas se mantenían.
Un militar de la Guardia Nacional «nos dijo, apenas se fue la luz, que lo que estaba pasando era muy grave y que nos quedáramos en nuestros puestos», añadió Freire.
– Colapso –
La salida de servicio de los semáforos ocasionó atascos vehiculares en Caracas. El metro, que moviliza a unos dos millones de usuarios por día, también se paralizó.
«Estuve encerrado unos 45 minutos. Algunos gritaban de susto, pero al final pudimos llegar a la estación y desembarcar», contó a la AFP un usuario del metro.
También hubo interrupciones constantes de telefonía celular e internet.
Ríos de personas debieron caminar hasta sus trabajos y los escasos autobuses estaban abarrotados, pues 90% de la flota se encuentra inactiva por falta de repuestos según el gremio de transportistas.
«El metro es un caos, mira cómo está caminando la gente en la calle, desesperada. No hay camionetas (buses), no hay nada», dijo a la AFP Jesús Darín, ingeniero eléctrico.
Algunos edificios de oficinas fueron desalojados, con decenas de personas aglomeradas frente a sus puertas.
Centros de salud como la maternidad Concepción Palacios, en el oeste, se vieron igualmente afectados, denunciaron enfermeras.
– Deterioro institucional –
Los cortes eléctricos son frecuentes en Venezuela, especialmente en las provincias. En varios estados del oeste, como el petrolero Zulia, se aplica un racionamiento que en ocasiones dura hasta 12 horas diarias.
Debido a ello y a las fallas en el suministro de agua, las protestas son habituales en el país con las mayores reservas de crudo, cuya economía no para de caer desde 2014.
El apagón causó traumatismos en el comercio, dependiente de los pagos electrónicos a raíz de la escasez de efectivo, que se ha profundizado a raíz de una hiperinflación que podría llegar este año a 1.000.000%, según el FMI.
El gobierno atribuye los apagones a «sabotajes» de sus adversarios para crear descontento, mientras expertos los vinculan con el deterioro de la infraestructura por falta de inversión, impericia y corrupción.
«Todo el mundo sabe que aquí se robaron los reales (dinero) que eran para el sector eléctrico (…), millones de dólares, contratos cuyas obras nunca se ejecutaron, el mantenimiento tampoco se hizo», denunció el líder opositor Henrique Capriles.
En febrero pasado, Maduro ordenó a la Fuerza Armada activar un plan contra la «guerra al sistema eléctrico».
«Todos los servicios públicos están manejados por instituciones deterioradas en las que priva la fidelidad política sobre los méritos», declaró a la AFP José María De Viana, expresidente de la estatal Hidrocapital.
En Caracas no son tan frecuentes los cortes, pero entre diciembre y febrero pasado se registraron varios que se prolongaron entre tres y cinco horas. yow