El nuevo proyecto de ley de inmigración presentado este miércoles por los senadores republicanos Tom Cotton y David Purdue, ha levantado una ola de malestar entre las organizaciones y políticos de California.
El proyecto de ley de inmigración de ambos legisladores, conocido como Ley de Reforma de la Inmigración Americana para una Fuerza Económica (RAISE), busca “estimularía el crecimiento económico y elevaría los salarios de los trabajadores estadounidenses”, de acuerdo con el comunicado de sus oficinas.
Para ello, la nueva ley daría prioridad a los inmigrantes más cualificados de todo el mundo y reduciría a la mitad la inmigración general.
«Durante décadas nuestro sistema de inmigración ha sido completamente divorciado de las necesidades de nuestra economía, y los salarios de los trabajadores estadounidenses han sufrido como resultado Nuestra legislación va a arreglar las cosas», dijo Cotton, en un comunicado emitido por su oficina.
«Construiremos un sistema de inmigración que eleve los salarios laborales, cree puestos de trabajo y dé a cada estadounidense una oportunidad justa para crear riqueza, ya sea que su familia haya venido en el Mayflower o simplemente haya prestado juramento de ciudadanía», añadió.
RAISE sustituiría al actual sistema permanente de visados de empleo por un sistema de puntos basado en habilidades, similar a los sistemas utilizados por Canadá y Australia.
«Los dueños de negocios se quejan desde hace tiempo de que el sistema de inmigración basado en el empleo, que el proyecto de ley se propone ayudar, es anticuado y necesita desesperadamente una revisión», dijo Daniel Sharp, director legal del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN) Los Ángeles.
«Estamos de acuerdo. Pero esto no puede venir a expensas de un sistema de inmigración familiar que ha ayudado a que este país sea grande. CARECEN apoya un enfoque compasivo de la reforma migratoria que considera las contribuciones significativas de los inmigrantes a la economía, la sociedad y la cultura de los Estados Unidos», añadió.
El proyecto de ley de inmigración mantendría las preferencias de inmigración para los cónyuges e hijos menores de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales pero eliminaría las preferencias por ciertas categorías de familiares extendidos y adultos.
“Si él [Presidente Donald Trump] quiere arreglar el inservible sistema de inmigración, podría trabajar para aprobar una reforma migratoria complete y bipartidista que trate a los inmigrantes en forma más humana, mantenga a las familias unidas, asegure nuestras fronteras y ofrezca un camino a la ciudadanía”, dijo la congresista por el Distrito 40 de California, Lucille Roybal-Allard.
“En su lugar, ha dado su apoyo a la Ley RAISE, que ofrece nada más que odio y temor. No podría estar más equivocado”, añadió.
RAISE eliminaría la Lotería de Visas, que ofrece anualmente 50.000 visas de residencia legal a inmigrantes de distintos países, con la excepción de 18. Por otro lado, limitaría el número de residencia permanente a los refugiados a 50.000 por año.
En medio del rechazo que ha provocado entre la comunidad inmigrante, organizaciones y representantes políticos, RAISE cuenta con el amplio apoyo del Presidente Donald Trump y grupos que apoyo la reducción de la inmigración, como la Federación para la Reforma de la Inmigración Estadounidense (FAIR) y Numbers USA.
«La Ley RAISE ayuda a comprender la visión del Presidente Trump para que Estados Unidos recupere su grandeza, haciendo que la inmigración sea grande también”, dijo Dan Stein, presidente de FAIR en un comunicado publicado en su portal.
“Proporciona un camino para un sistema de inmigración moderno e inteligente mientras protege a los estadounidenses que luchan por sobrevivir”, añadió.
Sin embargo, algunos activistas tienen la esperanza de que no se apruebe.
“RAISE nunca se convertirá en ley porque es antiamericana, anti-obrera y anti-inmigrante”, dijo Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición para los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA) en un comunicado.
“Esta propuesta satisface la retórica de Donald Trump y no hace nada para seguir un proceso ordenado de inmigración que la gran mayoría de los estadounidenses apoyan”, añadió.