Santiago (AFP) – Las localidades de Quintero y Puchuncaví, afectadas por contaminación industrial que intoxicó a más de un centenar de personas, fueron puestas bajo alerta sanitaria para reducir la crisis ambiental en esa zona de la costa central de Chile, informó el gobierno.
Tras reunirse con autoridades de ambas comunas, ubicadas en la región de Valparaíso (120 km al oeste de Santiago), el Ministerio de Salud anunció en un comunicado la alerta sanitaria que permitirá disponer de «algunos recursos y una organización de los recursos para actuar rápido», además de medidas de preventivas y de mitigación que vayan en favor de la población.
Desde el lunes pasado, más de un centenar de personas, entre ellos al menos 50 niños, resultaron intoxicados por emanaciones que salieron del parque industrial donde operan más de 15 industrias, incluidas cuatro termoeléctricas a carbón y refinerías de crudo y cobre que rodean a las dos poblaciones.
El gobierno declaró a Quintero y Puchuncaví «zona de sacrificio ambiental».
Las clases en colegios públicos y privados fueron suspendidas, mientras que la población ha salido a las calles a protestar por la contaminación que afecta a esta zona desde hace décadas.
En 1958 el gobierno chileno decidió relegar la pesca artesanal y la agricultura para convertir la zona en un polo industrial, del cual la organización medioambientalista Greenpeace llamó «el Chernóbil chileno».
La alerta «nos pone en una mirada más preventiva con respecto a las medidas que tenemos que tomar: esas que debemos tomar primero con aquellas fuentes fijas de emisión y poner al centro la prevención. Por tanto, cierre de esas fuentes emisoras y no de colegios», sostuvo María Begoña Barza, ministra de Salud.
Asimismo, se anunció la creación de un Plan Integral de Recuperación Sanitaria (PIRS), programa de reparación en salud para habitantes de la zona en recuperación de Quintero y Puchuncaví.
«El objetivo sanitario es aminorar las secuelas generadas en la salud de las personas por la contaminación causada por la exposición a los diferentes gases», indicó el comunicado.
Ocho compañías que operan en el parque industrial tuvieron que asumir medidas para reducir sus emanaciones contaminantes, entre ellas la Fundición Ventanas, de propiedad de la minera estatal Codelco -mayor productora mundial de cobre-, que suspendió sus operaciones por decisión propia mientras se investigan los hechos.