Los Ángeles, 21 mar (EFE).- Decididos a mostrar su apoyo incondicional a la comunidad extranjera de sus ciudades ante las medidas migratorias del presidente Donald Trump, alcaldes de todo el país encabezan y promueven hoy un pedido para que se apruebe una reforma migratoria integral.
«Una reforma con vía a la ciudadanía es posible y críticamente importante en este momento, necesitamos que nuestro cuerpo policiaco tenga la confianza de la comunidad inmigrante y hay que trabajar en eso», dijo hoy el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti.
Casi 60 ayuntamientos en 36 estados de la nación se unieron hoy al Día de Acción de Inmigración, iniciativa patrocinada por la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos, que pretende enviar un fuerte mensaje al Gobierno federal sobre la necesidad de proteger a la comunidades inmigrantes.
La acción, que pretende extenderse por varias semanas, llega un día después que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) publicara una lista con los nombres de los condados y ciudades que supuestamente no están colaborando con los agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) y no permiten el arresto de extranjeros con récord criminal.
La ciudad de Austin en Texas se encuentra en el Condado de Travis, uno de los condados más nombrados en la lista gubernamental de los 206 inmigrantes que no pudieron ser arrestados por las autoridades federales.
A pesar de las acusaciones, el alcalde de la ciudad, Steve Alder, se mantiene firme en su decisión de apoyar a la comunidad inmigrante argumentando que es una cuestión de «seguridad pública».
«Esta es una de las comunidades donde ya nos están reteniendo fondos (por defender a los inmigrantes). Es bueno saber que no estamos solos y que hay más comunidades involucradas en este tema», aseveró Alder.
Los jefes de los ayuntamientos que participan en el esfuerzo nacional dejan claro en que la acción no es un cruzada contra el Gobierno federal, ni la Administración Trump.
Los alcaldes coinciden con que el país, los estados y las ciudades se deben concentrar en mejorar los salarios y trabajos, reforzar la seguridad nacional y restaurar el respeto las leyes; por eso aseguran que ninguna de estas metas se puede lograr si no existe unidad y confianza entre las autoridades y la comunidad, que incluye a los inmigrantes.
Para Tom Tait, alcalde de Anaheim en California, área eminentemente republicana, el trabajo para lograr una reforma migratoria integral y un respeto por la comunidad inmigrante, no es un esfuerzo solo de los republicanos o demócratas o de un sector específico del país. «Esto es un problema de todos», advirtió.
Por eso, a través de foros comunitarios, bancos de llamadas y talleres informativos, entre otras, las alcaldías también quieren reforzar la relación con la comunidad inmigrante, resaltando su aporte a la economía y al crecimiento de las ciudades.
El alcalde de Seattle, Ed Murray, arrancó el día de hoy con un trabajo con su departamento de policía para educar a los oficiales sobre la necesidad de establecer puentes confiables, especialmente con los indocumentados y refugiados.
«Hay miedo en nuestra comunidad, no podemos permitir que este temor siga creciendo», apuntó Murray.
Por otra parte, varios de los alcaldes involucrados en esta iniciativa resaltaron el hecho que ellos vienen de familias inmigrantes que llegaron a aportar al país, y que ahora se sienten perseguidos por las políticas de la actual Administración.
Uno de ellos es Jorge Elorza, alcalde de Providence, capital de Rhode Island.
Huyendo de la guerra que azotaba Guatemala, los padres del regidor llegaron en 1975 a Estados Unidos y 40 años después su hijo se convirtió en el gerente de la ciudad que les brindó cobijo y protección.
«El mensaje es muy claro, las órdenes ejecutivas del presidente Trump sobre inmigración no están logrando que estemos más seguros, es todo lo contrario», aseguró Elorza.
La necesidad de hablar sobre una reforma migratoria, antes que las órdenes ejecutivas es una prioridad, aseguró a su vez Robert García, alcalde de Long Beach, California.
«Yo sé lo que significa hacerse ciudadano, es una de las cosas más importantes para un inmigrante», indicó el hispano que llegó de Perú cuando tenía tan solo 5 años.
A la campaña de los alcaldes para presionar por una reforma migratoria justa y comprensiva, se unieron comunidades religiosas, activistas y organizaciones comunitarias de todo el país, que usando la etiqueta #MayorsStand4All (Los alcaldes representan a todos) en las redes sociales pretenden atraer a otros para la acción.
La próxima semana, representantes de este movimiento se reunirán con representantes del DHS para discutir sobre las acciones que están desarrollando en sus comunidades.
«Nosotros solo nos concentraremos en ayudar a los federales en perseguir a personas que han cometidos crímenes serios, no vamos a utilizar nuestros recursos contra personas que han cometido violaciones de tráfico», aseguró Garcetti.