Buenos Aires (AFP) – El candidato opositor y favorito para las elecciones presidenciales argentinas del 27 de octubre, Alberto Fernández, dijo este jueves que, en caso de triunfar, confía en mantener una negociación «seria y sensata» con los acreedores del país.
«Es increíble, es impresionante la deuda que contrajo el gobierno (liberal, de Mauricio Macri). Pasó del 38% del Producto Interno Bruto (al asumir en 2015) al 100% actual», dijo en un discurso ante empresarios de la influyente Fundación Mediterránea en Córdoba (centro del país).
En campaña para las elecciones del 27 de octubre, el aspirante presidencial dijo que «esa deuda vamos a poder afrontarla en una negociación seria y sensata con los acreedores».
Fernández lidera una alianza de fuerzas peronistas de centro con otras de centroizquierda, como lo es su candidata a vice, la ex mandataria Cristina Kirchner.
«Nunca nos hemos planteado decir que no íbamos a pagar o que iba a haber una quita (de capital). Lo que siempre planteamos es que para poder pagar, déjennos crecer, sino no tenemos forma de pagar», dijo, reiterando su plan para enfrentar el endeudamiento.
La deuda argentina alcanza a los 383.000 millones de dólares, aproximadamente el total de la renta bruta nacional, según las consultoras económicas.
Fernández se posicionó como favorito al superar por 16 puntos a Macri en los comicios primarios del 11 de agosto. Macri busca su reelección pese a la brusca caída de su imagen a causa de la recesión, el desempleo y la pobreza, que están en aumento.
«Lo que está diciendo el gobierno con su proyecto (legislativo) de ‘reperfilamiento’ (de la deuda) es que en estas condiciones no se puede pagar. Eso en otras épocas se llamaba default. Ahora, en el posmodernismo, le llaman ‘reperfilamiento'», ironizó el candidato.
El gobierno de Macri hizo fuertes emisiones de deuda hasta abril de 2018. Cuando se le agotaron las fuentes de financiación, acordó con el FMI un crédito stand by por 57.000 millones de dólares, cuyo desembolso de setiembre, por 5.400 millones, quedó en suspenso por la crisis.