Nueva York (AFP) – «13 Reasons Why», un éxito de Netflix en el que una adolescente se corta las muñecas y deja 13 cintas como pistas sobre las razones por las que lo hizo, ha alarmado a los expertos en salud mental estadounidenses que temen se convierta una glorificación al suicidio.
Mientras que los creadores del programa insisten que están realizando un servicio público, pisan una línea muy fina entre arrojar luz sobre la causa número dos de muerte entre adolescentes estadounidenses y motivar a los jóvenes a pensar que es genial matarse.
Hannah Baker, papel interpretado por la debutante australiana Katherine Langford, narra sus cintas con una voz desconcertante y alegre y una autoconfianza improbable que puede hacer que la serie se sienta como una búsqueda perversa del tesoro de lo que motivó su venganza-suicidio.
En el mes que siguió a su lanzamiento del 31 de marzo, se publicaron unos 11 millones de tweets sobre el programa, basados en una novela para adultos jóvenes escrita por Jay Asher, publicada en 2007 y adaptada por el ganador del Premio Tony, Brian Yorkey, con un equipo que incluye a la cantante y actriz Selena Gómez.
Netflix, que no publica calificaciones de audiencia, está apostando por la popularidad del programa, y acaba de anunciar una nueva temporada para el próximo año.
Al principio de cada serie, un anuncio dirige obedientemente a la audiencia a un portal con recursos para la prevención de suicidios.
Pero la probabilidad de que los adolescentes que estén viendo el programa se detengan a leer el aviso o seguir sus recomendaciones es escasa.
– ¿Suicidio como espectáculo? –
Y hacer un espectáculo de un trauma tan penetrante entre los adolescentes estadounidenses tiene a escuelas y psicólogos preocupados de que desencadenan imitaciones de suicidios.
«No recomendamos que los jóvenes vulnerables, especialmente aquellos que tienen cualquier grado de ideas suicidas, miren esta serie», dijo la Asociación Nacional de Psicólogos Escolares en una larga nota publicada en su sitio web.
«Su poderosa narración puede llevar a espectadores impresionables a romantizar las elecciones hechas por los personajes y / o desarrollar fantasías de venganza», dijo la asociación.
Netflix, que no respondió a las solicitudes de comentarios, aconseja que el programa está dirigido a «audiencias maduras» de 17 años o más y publicó advertencias más gráficas al inicio de los episodios. Pero los educadores y los profesionales de la salud mental advierten que los jóvenes siguen viéndolo.
El programa tampoco aborda la enfermedad mental, aunque se adentra en el acoso cibernético, la acusación de jóvenes de ser mujerzuelas, el abuso del alcohol y la conducción bajo influencia alcohólica.
En un profético sentimiento de preocupación por las reacciones del público, los creadores del programa y los expertos que colaboraron afilaron su mensaje de servicio público en un episodio adjunto titulado «Más allá de las razones».
La psiquiatra del Centro Médico Cedars-Sinai, Rebecca Hedrick, durante la discusión de una agresión sexual de Hannah y su ex amiga Jessica representada en escenas largas y nauseabundas, señala que la gente tiende a tener una respuesta de lucha, escape o rechazo a un trauma mayor.
«Sobre todo si ha existido un trauma acumulado en el pasado, entonces la opción más probable sería el rechazo», dice Hedrick, explicando por qué Hannah no se apresura a salvar a su amiga y más tarde no puede evadir a su depredador, un deportista idiota llamado Brice.
«Cuanto más a menudo usted cuenta su historia sobre un asalto sufrido, más pierde poder sobre usted. Espero que la gente que vea este espectáculo se sienta fortalecida para ayudar a alguien «, dijo Hedrick.
– Nunca es culpa de los sobrevivientes –
Pero el suicidio de Hannah se presenta como el clímax del espectáculo.
Desviándose del libreto de Asher, en el que Hannah traga píldoras, aquí la adolescente se muestra cortando sus antebrazos con cuchillas de afeitar, y luego acostada en una bañera cuya agua desbordante se vuelve carmesí mientras se desangra.
Cientos de distritos escolares de Estados Unidos han enviado cartas a los padres desde que el programa fue emitido, advirtiendoles que «idealiza y sobre dramatiza» el suicidio en momentos en que los educadores están luchando contra un flagelo de adolescentes que intentan quitarse la vida.
Lisa Brady, superintendente de escuelas en Dobbs Ferry, Nueva York, dijo que envió una carta a casa de los padres porque «los niños que se quedan solos podrían malinterpretar parte del programa».
La Fundación JED, un grupo que lucha contra suicidios entre adolescentes, se asoció con el grupo de concientización en contra del suicidio, SAVE, para publicar un memorando de 13 puntos para ayudar a los padres, maestros y otros a navegar la serie con los adolescentes que lo están viendo.
Las cintas de Hannah culpan a otros por su suicidio. El suicidio nunca es culpa de los supervivientes que pierden a alguien por el suicidio», advirtió el memo.
El psiquiatra de JED, Víctor Schwartz, dijo a AFP que para las personas con ansiedad severa, depresión o pensamientos suicidas, «este descripción puede estar desencadenando y puede aumentar levemente su propio riesgo de impulsos o comportamiento suicidas».
Recomendó que las familias vean juntas «13 Reasons Why», si es que lo hacen, «porque hay cosas en el programa que podrían ser malentendidas».
Paris Jackson, la hija de Michael Jackson de 19 años que intentó suicidarse hace cuatro años, advirtió en Instagram sobre la serie.
«Por favor, sólo miren este espectáculo con precaución y tengan en cuenta que puede ponerlos en un lugar oscuro Si están luchando, por favor no miren», escribió.
«También es una cosa demasiado desencadenante para ver.»