Caracas (AFP) – Al menos diez presos murieron en un enfrentamiento en un centro de detención del noroeste de Venezuela, denunció este martes una ONG defensora de los derechos de los reclusos.
«Guerra de bandas en el Retén de Cabimas en el estado Zulia» deja «al menos 10 reclusos fallecidos», reportó la ONG Una Ventana a la Libertad, que denuncia que en los choques, que estallaron el lunes, fueron detonadas cuatro granadas.
Uno de los pabellones de los calabozos de la policía regional de ese estado -fronterizo con Colombia- fue incendiado por presos durante los sucesos, reporta la organización en un comunicado.
Vecinos de la zona citados por Una Ventana a la Libertad sostienen que «empezaron a escucharse detonaciones» a finales de la tarde del lunes, seguidas por nuevas ráfagas. Los choques, de acuerdo con la ONG, han continuado.
Las autoridades no han ofrecido balance del suceso, aunque Omar Prieto, gobernador del Zulia, dijo el lunes en un acto público que preparaba el «cierre definitivo» de ese centro.
El 23 de diciembre, según la ONG, se había registrado allí otra «reyerta» con saldo de seis muertos, uno de ellos «ultimado por los cuerpos de seguridad». Un millar de presos están recluidos en el lugar, añade.
A pesar de que el gobierno venezolano puso en marcha en 2011 un plan para la renovación de cárceles, los penales del país se mantienen con alto hacinamiento, provocando que los centros de detención preventiva -donde los prisioneros no deberían pasar más de 48 horas por ley- se llenen de reclusos.
Según un informe de Una Ventana a la Libertad, hay una sobrepoblación superior al 500% en esos centros, entre denuncias de violencia y de casos de desnutrición y de enfermedades como tuberculosis.
La ONG cifró en 149 los presos muertos, por distintas circunstancias, en el primer semestre del año en retenes policiales en Venezuela.
El pasado 24 de mayo, 29 reclusos murieron durante un intento masivo de fuga en otro centro de detención de la localidad de Acarigua, estado Portuguesa (oeste). Enfrentamientos entre prisioneros y policías dejaron, además, 19 uniformados heridos.