Los Angeles (AFP) – Las autoridades estadounidenses investigan denuncias de abusos en un puesto fronterizo en Arizona, que incluyen la de una adolescente hondureña de 15 años que aseguró haber sido manoseada en sus partes íntimas por un oficial.
«Tratamos a las personas bajo nuestra custodia con dignidad y respeto» y «tomamos todas las acusaciones con seriedad e investigamos cualquier acusación formal», dijo este miércoles a la AFP un portavoz del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
La niña, hondureña de 15 años, describió cómo un agente barbudo metió su mano dentro del brasier y luego más abajo en su ropa íntima, bajo la excusa de que se trataba revisión de rutina, que hizo en frente de otros oficiales.
La víctima dijo «sentirse avergonzada pues el oficial hablaba en inglés a sus colegas que se reían», señaló el canal NBC, que el martes divulgó la denuncia basado en documentos oficiales.
CBP indicó que esa denuncia ya estaba siendo investigada por la oficina del inspector general del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), una especie de auditor que ya ha criticado en otras oportunidades las condiciones en las que son mantenidos los inmigrantes en custodia.
NBC detalló otros relatos de menores detenidos en el puesto fronterizo de Yuma, Arizona (oeste).
Un chico de 16 años sostuvo que luego de que se quejaron en su celda del sabor del agua y la comida que les ofrecieron, los agentes les retiraron las colchonetas y los hicieron dormir sobre el concreto.
Otro de 17 aseguró que los oficiales a veces los insultaban y regañaban si se acercaban a la ventana.
«Las acusaciones no se alinean con la práctica común en nuestras instalaciones y serán investigadas a fondo», insistió el portavoz de CBP.
La semana pasada, DHS alertó sobre el «peligroso hacinamiento» en centros de reclusión de migrantes en Texas, donde muchos niños no tenían acceso a duchas o cambios de ropa y otros a comida caliente.
El informe incluyó fotografías de estos centros, donde aparecían decenas de migrantes, entre ellos niños pequeños, amontonados en celdas.
El presidente Donald Trump busca constantemente impulsar políticas que frenen la inmigración ilegal, compuesta en su mayoría por personas que escapan de la violencia y la pobreza de sus países, por lo general de América Central.