La Paz (AFP) – La aerolínea estatal boliviana BoA acumula un déficit de 50 millones de dólares en el último lustro, informó este lunes la empresa, mientras los empleados acusan a la nueva administración de boicotear los itinerarios de la firma fundada en 2009.
A causa de una supuesta «contabilidad falseada», BoA, creada por el expresidente Evo Morales, «acumuló en cinco años más de 50 millones de dólares en pérdidas y solo en 2019 más de 20 millones», dijo el gerente de la aerolínea, Juan Cossío, en rueda de prensa.
En agosto del año pasado, Morales admitió «problemas estructurales» en BoA y anunció un respaldo de 17,5 millones de dólares para renovar su flota.
Cossío consideró que BoA es víctima de un complot por la renuncia colectiva de sus principales mandos operativos, designados por el anterior gobierno. «Están poniendo en riesgo la continuidad y la prestación del servicio de transporte público aéreo», deploró.
De su lado, los trabajadores enviaron una queja al Ministerio de Obras Públicas, del que depende BoA, señalando que «se han reducido frecuencias que son las más altas en rutas y que implica buen ingreso» para la firma «sin justificativos ni razonamientos coherentes».
«En estos tres últimos meses, (la empresa) ha tenido una cuantiosa pérdida», sostuvo Francia González, representante de casi 2.000 trabajadores de BoA.
González añadió que hubo reducción de itinerarios. «No sé para quiénes están trabajando estas gerencias, si para Boliviana de Aviación (BoA) o para la competencia».
BoA disponía hasta mediados del año pasado de una flota de 20 aviones, de los cuales siete eran propios, y ejercía una suerte de monopolio en vuelos domésticos, cuyo mercado disputa con las aerolíneas privadas Amaszonas y Ecojet.