Ginebra (Suiza).- En un esfuerzo crucial para la protección de los recursos hídricos globales, la UNESCO y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) han inaugurado oficialmente el Año Internacional de la Preservación de los Glaciares el 21 de enero de 2025.
Esta iniciativa busca concientizar sobre la importancia vital de los glaciares, que proporcionan agua dulce a más de dos mil millones de personas en todo el mundo.
Los glaciares, descritos frecuentemente como las «torres de agua del mundo», juegan un papel fundamental en el sistema climático y el ciclo hidrológico. Sin embargo, están retrocediendo a un ritmo alarmante debido al cambio climático, amenazando la seguridad hídrica a largo plazo de comunidades enteras, así como la estabilidad económica y la preservación de diversos servicios culturales y medios de vida.
Según Celeste Saulo, Secretaria General de la OMM, «2024 fue el año más cálido registrado, y hemos observado pérdidas de masa glaciar sin precedentes. Este año internacional debe ser una llamada de atención para el mundo».
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó esta celebración en diciembre de 2022, estableciendo además el 21 de marzo como el Día Mundial de los Glaciares. El evento de lanzamiento, organizado por la OMM, contó con el apoyo de más de 75 organizaciones internacionales y 35 países, evidenciando la magnitud global del compromiso para la preservación glaciar.
«Estamos seguros de que esta iniciativa movilizará a la comunidad mundial, inspirará la acción e impulsará las políticas y soluciones necesarias para proteger estos invaluables recursos naturales», enfatizó Bahodur Sheralizoda, presidente del Comité para la Protección del Medio Ambiente de Tayikistán.
La agenda del año internacional se enfoca en la expansión de los sistemas globales de monitoreo de glaciares, el desarrollo de sistemas de alerta temprana para peligros relacionados con los glaciares y la promoción de la gestión sostenible de los recursos hídricos en las regiones dependientes de los glaciares.
Además, se busca preservar el patrimonio cultural y los conocimientos tradicionales relacionados con los entornos glaciares e involucrar a los jóvenes en los esfuerzos de preservación y la acción climática.
«Los glaciares no se preocupan por si creemos o no en la ciencia; simplemente se derriten mostrándonos la realidad del calentamiento global», comenta John Pomeroy, copresidente del Consejo Asesor y profesor de la Universidad de Saskatchewan.
Los glaciares no solo son cruciales para la hidrología mundial, sino que también contienen archivos irremplazables de la historia humana y climática. Preservan registros del pasado de la Tierra que brindan datos invaluables sobre los patrones climáticos históricos y la composición atmosférica.
La desaparición de estas cápsulas de tiempo congeladas resultaría en la pérdida de ecosistemas únicos y biodiversidad, así como de espacios sagrados y centrales para el patrimonio cultural de muchos pueblos indígenas.
El rápido derretimiento de los glaciares también altera la disponibilidad y calidad del agua río abajo, con implicaciones para los ecosistemas acuáticos y sectores como la agricultura y la energía hidroeléctrica.
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, los glaciares seguirán disminuyendo en casi todas las regiones del mundo durante el siglo XXI, lo que subraya la urgencia de tomar medidas ambiciosas y efectivas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y estabilizar el clima.
Para las generaciones futuras, el momento de actuar es ahora. Se invita a gobiernos, instituciones científicas, organizaciones del sector privado y la sociedad civil a unirse a este esfuerzo mundial. Mediante la acción colaborativa y una mayor concienciación, podemos trabajar juntos para preservar estos recursos vitales.
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