Cleveland (Ohio).- Si desea estar saludable en el nuevo año, es importante asegurarse de centrarse en todas las partes de su cuerpo, incluida la boca.

Anne Clemons, dentista de la Clínica Cleveland, dijo que a veces las personas olvidan que el estado de su boca también es importante.

«La boca es parte de su cuerpo. Todo está conectado. Por alguna razón, tendemos a poner la boca y la salud bucal, por así decirlo, a un lado, y luego acá está el resto del cuerpo», dijo la Dra. Clemons. 

«Pero la boca es el punto de partida de su tracto gastrointestinal, todo su sistema digestivo y de su tracto respiratorio».

Entonces, ¿qué puede hacer para ayudar a mantener su boca sana?

La Dra. Clemons recomienda cepillarse los dientes al menos dos veces al día durante dos minutos a la vez y usar hilo dental una vez al día. También debe asistir regularmente a las citas con el dentista.

Ella dijo que el objetivo es evitar la acumulación de placa en los dientes.

La placa contiene partículas de alimentos, bacterias y saliva.

Cuando hay demasiada, puede causar caries, pérdida de dientes, deterioro dental, mal aliento crónico y enfermedad periodontal.

La enfermedad periodontal, o enfermedad de las encías, se puede revertir en las primeras etapas.

Sin embargo, si no se trata, la investigación muestra que puede conducir a otros problemas médicos más graves, como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

«Esa es un área de investigación realmente interesante y, francamente, algo que todavía no sabemos exactamente cómo está conectado. Sabemos que vemos una conexión. Vemos personas que tienen enfermedad periodontal y personas que tienen enfermedad cardíaca; más comúnmente tienen ambas», dijo la Dra. Clemons. 

«Las personas que tienen enfermedad de las encías tienen más probabilidades de tener enfermedad cardíaca y viceversa; incluso cuando controlamos otro tipo de factores de riesgo comunes en ambas, aún vemos una asociación mayor».

La dentista añade que una mala alimentación también puede influir en la salud bucal.

Lo mismo ocurre con el tabaco y el alcohol.