Madrid (España).- En el último año, los países de Iberoamérica destinaron apenas un 0.73% de su Producto Bruto Interno (PBI) a la investigación y desarrollo (I+D), según revela el informe El estado de la ciencia 2024

Esta cifra resalta un estancamiento en la inversión que contrasta con el aumento de científicos y la producción científica en la región.

La Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT), junto a la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y la Unesco, coeditaron este informe que detalla que el total invertido alcanzó los 116.000 millones de dólares. 

Aunque la cifra es superior a la de hace una década, sigue siendo insuficiente en comparación con otras regiones del mundo.

En términos de contribución global, Iberoamérica solo representó el 4% de la inversión mundial en I+D, mientras que Asia encabezó con un 37.4%. Los países de América Latina, en particular, aportaron solo el 2.5% al total global, mostrando un descenso desde 2013, año en que la región representaba un porcentaje más alto debido al menor crecimiento de los países asiáticos en ese entonces.

El informe también destaca a Brasil, México y Argentina como los principales inversores de la región, sumando el 83% de la inversión total de América Latina y el Caribe. Brasil se distingue por ser el único país latinoamericano que supera el 1% del PBI en inversión en I+D.

A pesar de la baja inversión económica, la cantidad de científicos en Iberoamérica ha crecido considerablemente. De 442.835 en 2013, el número aumentó a 642.383 en 2022, con una notable participación del 46% en el sector de educación superior. 

Este aumento de recursos humanos no ha ido acompañado de un incremento proporcional en los fondos de I+D, lo que plantea un desafío para la sustentabilidad de la investigación en la región.

La calidad de la investigación también ha visto una mejora, con más de 198.000 artículos publicados en la base de datos Scopus en 2022, un crecimiento del 64% en comparación con el total de publicaciones a nivel global. Además, el 35% de estos trabajos fueron colaborativos entre científicos de diferentes países, destacándose las ciencias físicas por su alta tasa de cooperación internacional.

No obstante, el nivel de patentamiento sigue siendo preocupante. En 2022, se solicitaron 1395 patentes internacionales por América Latina y el Caribe, y 3024 por Iberoamérica, según el Tratado de Cooperación en Patentes (PCT). 

Esto refleja una baja tasa de conversión de la investigación en productos o tecnologías patentables. Además, el 83% de las patentes solicitadas en la región fueron por parte de no residentes, lo que indica una gran dependencia de las inversiones extranjeras, especialmente en México, donde el 94% de las solicitudes fueron realizadas por no residentes.

Este panorama sugiere que, aunque hay un crecimiento en el capital humano científico y una mejora en la calidad de la investigación, Iberoamérica todavía enfrenta grandes desafíos en materia de financiamiento y comercialización de la innovación. 

La región necesita estrategias más efectivas para aprovechar su potencial científico y convertirlo en desarrollo tecnológico y económico sostenible.