París (Francia).- Un informe reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha encendido las alarmas sobre el notable retroceso en las competencias fundamentales de lectura y matemática entre los adultos, destacando un preocupante estancamiento en la última década.
Este descenso ha sido particularmente pronunciado entre aquellos con un nivel educativo más bajo en la mayoría de los países miembros.
El estudio, que evaluó las habilidades de aproximadamente 160.000 personas de entre 16 y 65 años en 31 países, ha mostrado que, a pesar de los esfuerzos significativos por parte de los gobiernos para fortalecer la educación y la formación de adultos, solo Finlandia y Dinamarca han registrado mejoras notables en la comprensión lectora.
En contraste, la mayoría de los países ha visto disminuir la competencia en lectura del 10% de la población con el nivel más bajo, situación que se repite en la capacidad de cálculo.
«Los adultos con mayores competencias en matemática tienen más probabilidades de trabajar, de ganar un salario más alto y de disfrutar de mejor salud y satisfacción con su vida», declaró Mathias Cormann, Secretario General de la OCDE.
Subrayó la necesidad urgente de repensar cómo los países promueven el desarrollo de habilidades fundamentales, especialmente en un contexto donde la tecnología redefine muchos empleos.
El informe también resalta que, mientras algunos países como Singapur y Estados Unidos exhiben grandes desigualdades en estas competencias, otros como Finlandia, Japón y Suecia se mantienen como líderes en los tres ámbitos evaluados: lectura, matemática y resolución de problemas.
Por otro lado, un grupo de países, incluyendo a Chile, España y Portugal, se ubica sistemáticamente por debajo del promedio de la OCDE.
El aumento de las desigualdades dentro de los países ha sido otra conclusión preocupante del estudio. En muchos países, los adultos con peores resultados son los que han experimentado mayores descensos en sus habilidades de lectura. Además, en la mayoría de los países las competencias de los adultos están significativamente influenciadas por el estrato social.
Por ejemplo, los adultos nacidos en un país extranjero tienden a tener niveles más bajos de competencias que los nativos, y este factor ha contribuido al descenso general en las puntuaciones de comprensión lectora.
Curiosamente, el nivel de comprensión lectora ha descendido más entre los hombres que entre las mujeres, reduciendo la disparidad de género en muchos países en este aspecto. Sin embargo, los hombres continúan superando a las mujeres en capacidad de cálculo y resolución adaptativa de problemas.
Este panorama desalentador destaca la importancia crítica de la inversión en el desarrollo de habilidades, no solo como un medio para mejorar las perspectivas individuales de empleo y calidad de vida, sino también como un pilar esencial para el crecimiento económico y la resiliencia social a largo plazo.
En palabras de Cormann, invertir en habilidades es clave para «fomentar la resiliencia e inclusión de los trabajadores, lo que redundará en una prosperidad sostenible para todos». La urgencia de actuar es evidente, y el tiempo para cambiar la trayectoria de la educación y formación de adultos es ahora.