Ciudad de México (México).- El pasado 12 de noviembre de 2024, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Xochimilco, fue escenario de un acontecimiento cultural de gran relevancia: la entrega oficial del mural restaurado «Conocimiento y sociedad», obra del emblemático artista mexicano Daniel Manrique Arias.
Esta ceremonia no solo marcó la culminación de un meticuloso proceso de restauración llevado a cabo por la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM), sino que también celebró la apertura de la Sala Daniel Manrique, un renovado espacio cultural dedicado a preservar y difundir el legado del muralista.
El mural, concebido originalmente en 1982 y ubicado en el Edificio B de la universidad, ha sido un testigo mudo de la evolución educativa y social del país, plasmado a través de la técnica vinil-acrílica por Manrique, conocido por su profunda conexión con el barrio de Tepito y su crítica social a través del arte.
La restauración de esta pieza no solo resalta su valor estético, sino también su importancia como herramienta de educación y reflexión social.
Un proceso de restauración que revela más que colores
Dirigido por la profesora Ana Lizeth Mata Delgado, el equipo del Seminario-Taller de Restauración de Obra Moderna y Contemporánea (STROMC) enfrentó varios retos durante el proyecto, que comenzó oficialmente en 2022.
Uno de los hallazgos más significativos fue la confirmación del verdadero nombre del mural, que durante años se creyó erróneamente como «El ñero de la cultura». Además, se descubrió que la obra estaba inconclusa debido a restricciones económicas de la época, dejando espacios en blanco que hoy cuentan historias de desafíos y resistencia cultural.
El proceso no solo implicó la recuperación de la imagen original del mural, sino también la restauración de un pizarrón verde que forma parte de la obra, reemplazando dos pizarrones blancos que habían sido añadidos posteriormente y que comprometían la integridad del mural.
Este cambio simbólico reintegra la visión original de Manrique sobre la educación, un tema recurrente en su trabajo.
Impacto cultural y educativo
La reinauguración del mural coincide con la apertura de una exposición fotográfica titulada «Procesos de conservación-restauración realizados entre 2023-2024», compuesta por 21 imágenes que documentan minuciosamente el trabajo de conservación.
Esta muestra no solo sirve como un registro visual de las técnicas y esfuerzos empleados, sino como una herramienta educativa para los estudiantes y la comunidad académica, subrayando la importancia de la conservación del patrimonio cultural.
Gerardo Ramos Olvera, titular de la ENCRyM, destacó durante la ceremonia que la restauración es una labor que trasciende lo técnico para tocar lo emocional y sensorial, enfatizando que «sanar nuestro patrimonio es recuperar nuestra memoria histórica y estética».
Futuro prometedor para la obra y el legado de Manrique
La investigación detallada sobre la técnica y los materiales utilizados por Manrique será publicada en 2025 en un libro coeditado por el INAH y la UAM, prometiendo ser un recurso valioso para estudiosos del arte y la restauración.
Además, con la sala recién dedicada y la obra brillantemente restaurada, la UAM espera que estos esfuerzos inspiren a las nuevas generaciones a valorar y preservar el arte como expresión de identidad y cambio social.
En palabras de la viuda de Manrique, Briseida Ávila, quien citó un pasaje de la autobiografía del artista durante el evento.
«Yo no llevo el arte al pueblo, yo soy pueblo que se expresa por medio del arte», dijo Ávila.
Este proyecto de restauración no solo ha revivido una pieza clave del arte mexicano, sino que ha reafirmado el poder del arte como voz de comunidades y como instrumento esencial en la educación y la sociedad.