Bakú (Azerbaiyán).- La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha anunciado que 2024 podría convertirse en el año más cálido desde que se tienen registros, tras un período continuado de temperaturas globalmente elevadas.
Este fenómeno se atribuye en gran medida a la influencia del patrón climático de El Niño y a un incremento sin precedentes en los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Durante los primeros nueve meses del año, la temperatura media global del aire en la superficie fue de 1,54 °C por encima del promedio preindustrial, con una incertidumbre de ±0,13 °C.
Estas cifras surgen de un análisis exhaustivo de seis diferentes conjuntos de datos internacionales utilizados por la OMM, lo que subraya la acelerada crisis climática que enfrentamos.
«Estamos siendo testigos de cómo la catástrofe climática impacta directamente en la salud humana, amplía las brechas de desigualdad, obstaculiza el desarrollo sostenible y pone en jaque la estabilidad y la paz global», declaró António Guterres, Secretario General de la ONU.
«Los más vulnerables son quienes sufren en mayor medida», añadió durante el primer día de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) celebrada en Bakú, Azerbaiyán.
La OMM también ha reiterado que, a pesar de estos alarmantes datos, el objetivo del Acuerdo de París de mantener el aumento de la temperatura media global en la superficie a largo plazo muy por debajo de los 2°C, sigue siendo alcanzable.
«Es crucial no confundir las variaciones temporales con los objetivos a largo plazo establecidos», explicó Celeste Saulo, Secretaria General de la OMM.
Más allá de las temperaturas récord, el reporte destaca otros fenómenos preocupantes: el acelerado aumento del nivel del mar, la intensificación de las pérdidas de hielo glacial y el calentamiento de los océanos.
Desde 2014, el nivel medio global del mar ha crecido a un ritmo de 4,77 mm por año, el doble que en décadas anteriores. Los glaciares, por su parte, están experimentando las tasas más altas de pérdida de hielo desde que se iniciaron las mediciones en 1953.
Los eventos climáticos extremos también han sido una constante durante el año. Inundaciones devastadoras, ciclones tropicales que ganan intensidad rápidamente, olas de calor mortales y grandes incendios forestales son solo algunos ejemplos de cómo el cambio climático está redefiniendo nuestra realidad.
En respuesta a esta crisis, la OMM ha formado un equipo internacional de expertos para mejorar el monitoreo y la comunicación sobre el calentamiento global en relación con los objetivos de largo plazo del Acuerdo de París.
Además, los avances en servicios climáticos y sistemas de alerta temprana han sido clave. Por ejemplo, el proyecto Alertas Tempranas para Todos (EW4All) pretende garantizar que para 2027, todas las personas estén protegidas contra eventos climáticos adversos.
«La comprensión de la variabilidad y el cambio climático es esencial no solo para mitigar sus efectos, sino también para optimizar la generación de energía renovable y garantizar la resiliencia de nuestro sistema energético», concluyó Saulo, haciendo un llamado a una acción global más firme y coordinada.
Con cada año que pasa, el cambio climático continúa imponiendo nuevos retos. El informe final sobre el Estado del Clima Global 2024, que se publicará en marzo de 2025, promete ofrecer un análisis aún más detallado de estos impactos y de las medidas que se están tomando para combatirlos.