Ginebra (Suiza).- En un hito preocupante para la salud planetaria, los niveles de gases de efecto invernadero han alcanzado un nuevo récord en 2023, marcando una tendencia que podría aumentar las temperaturas globales durante décadas.
Según el último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera ha superado las 420 partes por millón, un aumento sin precedentes que resalta la urgencia de acciones climáticas efectivas.
La Secretaria General de la OMM, Celeste Saulo, expresó su preocupación.
«Otro año, otro récord. Esto debería hacer sonar las alarmas entre los responsables de la toma de decisiones. Estamos lejos de cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global muy por debajo de los 2 °C».
El incremento en la concentración de CO2 no es un fenómeno aislado. La OMM también reportó aumentos significativos en otros gases potentes como el metano y el óxido nitroso, con concentraciones que exceden en gran medida los niveles preindustriales.
Estos aumentos son consecuencia directa de grandes incendios de vegetación, la reducción en la capacidad de los bosques para absorber carbono, y las persistentes emisiones provenientes de actividades humanas e industriales.
Impacto y consecuencias de un clima cambiante
El informe de la OMM es una antesala a la COP29, que se celebrará en Bakú, Azerbaiyán. Su publicación pretende influir en las negociaciones internacionales, subrayando la disparidad entre los objetivos climáticos globales y la realidad de las mediciones atmosféricas.
El Secretario General Adjunto de la OMM, Ko Barrett, advirtió sobre un posible círculo vicioso:
«La variabilidad natural del clima influye en el ciclo del carbono, pero el cambio climático podría intensificar que los ecosistemas emitan más gases de efecto invernadero, creando una retroalimentación que acelere el calentamiento global».
El análisis de la OMM destaca que menos de la mitad de las emisiones de CO2 se quedan en la atmósfera, mientras que el resto se divide entre los océanos y los ecosistemas terrestres. Sin embargo, fenómenos como El Niño y La Niña pueden alterar estos patrones, exacerbando el ciclo de emisiones en años particularmente secos o cálidos.
Historia y comparación con el pasado
La concentración actual de CO2 no tiene precedentes en la historia moderna y se compara con niveles vistos hace millones de años, cuando las temperaturas globales eran significativamente más altas y los niveles del mar eran entre 10 y 20 metros superiores a los actuales.
Estos datos no solo establecen un récord preocupante, sino que también reflejan cómo las actividades humanas continúan siendo el principal motor del cambio climático.
Con cada informe anual, la OMM proporciona un recordatorio crítico de las consecuencias duraderas de nuestras acciones y la necesidad imperiosa de transformar nuestra gestión del ambiente y los recursos naturales.
Mientras el mundo se dirige hacia la COP29, el mensaje es claro: los esfuerzos actuales son insuficientes para mitigar los efectos más devastadores del cambio climático.
Las decisiones que se tomen hoy determinarán la salud del planeta para las futuras generaciones, haciendo imperativo un compromiso renovado y fortalecido en la lucha contra la crisis climática.