Madrid (España).- El Instituto Cervantes recibió una contribución invaluable a su Caja de las Letras: diversos objetos y primeras ediciones firmadas por luminarias como Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes, todos partícipes del legado «in memoriam» del eminente escritor paraguayo Augusto Roa Bastos, galardonado con el Premio Cervantes en 1989.
Este acto simboliza un reconocimiento postmortem a quien es considerado el autor más destacado de Paraguay del siglo XX.
La ceremonia contó con la presencia de figuras destacadas como Luis García Montero, director del Instituto; Mirta Roa, directora de la Fundación Roa Bastos e hija del escritor; y Justo Pastor Apodaca Paredes, embajador de la República del Paraguay en España.
Durante el evento, García Montero ensalzó la figura de Roa Bastos, destacando su compromiso con la libertad y los derechos humanos, tanto en su nación como en el exilio. Sus obras, dijo, ofrecen una profunda reflexión sobre el poder y su impacto en la sociedad.
Uno de los momentos más emotivos fue la reflexión de García Montero sobre la influencia de la lengua guaraní en la obra de Roa Bastos, resaltando cómo el español se enriquece en diálogo con otras lenguas, particularmente en América.
Este acto también sirvió para adelantar el proyecto de traducción a 28 lenguas indígenas del poema «Grito hacia Roma» de Federico García Lorca, en preparación para la próxima Feria del Libro de Guadalajara.
Justo Pastor Apodaca, por su parte, celebró que la obra de Roa Bastos «regrese a unas tierras que le han recibido tan generosamente». Recordó cómo España, en tiempos difíciles para el escritor, le ofreció la nacionalidad y un pasaporte que le permitió seguir viajando y compartiendo su legado por el mundo.
Entre los tesoros depositados se encuentran primeras ediciones de obras emblemáticas como «Yo el Supremo», inspirada en José Gaspar Rodríguez de Francia, dictador de Paraguay entre 1814 y 1840. Esta novela, que celebra 50 años de su publicación en 2024, junto con otros objetos personales como una chaqueta, lentes y manuscritos, pintan un retrato íntimo del escritor.
Durante la mesa redonda, moderada por Ana Martini y con la participación de los escritores Sergio Ramírez y Paco Tovar, se analizó la figura de Roa Bastos y su impacto en la literatura latinoamericana. Ramírez destacó el personaje de Rodríguez de Francia en «Yo el Supremo» como el arquetipo del tirano en América Latina, un tema recurrente en la novela del continente.
Roa Bastos, nacido en Asunción en 1917 y fallecido en 2005, dejó un legado literario profundo y variado. Narrador y poeta, su obra incluye títulos como «Hijo de hombre», «El pollito de fuego», y «Madame Sui», entre otros. Su experiencia en la guerra del Chaco y su carrera como periodista, conferenciante y profesor influyeron en su escritura, marcada por una crítica aguda a la dictadura y un profundo humanismo.
Este acto no solo preserva el legado de Roa Bastos para futuras generaciones, sino que también celebra la riqueza de la literatura paraguaya y su capacidad para dialogar con culturas y lenguas de todo el continente, reafirmando el poder de los libros y las ideas en la memoria colectiva.