Zumpango (Estado de México).- Durante las obras de construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), se descubrieron más de un centenar de restos óseos humanos en los terrenos de la antigua Hacienda de Santa Lucía.
Este hallazgo, analizado por el Dr. Jorge Arturo Talavera González, responsable de la Sección de Bioarqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), arroja luz sobre la vida y costumbres de los habitantes de la región durante la época prehispánica.
Los restos pertenecen a 112 esqueletos recuperados de 104 enterramientos en los sitios «Tlatel 7» y «Sin Cuadrícula 5», datados en el periodo Coyotlatelco (600-900 d.C.), así como «Xaltocan polígono 6», correspondiente al Posclásico Tardío (1200-1500 d.C.).
Este descubrimiento es considerado uno de los más significativos en la región, brindando una perspectiva única sobre la demografía y las prácticas culturales de sus antiguos pobladores.
Uno de los hallazgos más impactantes es el esqueleto de una mujer de entre 35 y 40 años, que muestra signos de haber sobrevivido a la amputación de su brazo izquierdo, prácticamente sin cirugía.
Las evidencias sugieren que la mujer pudo haber sido una guerrera, como lo indican los traumatismos encontrados en los cráneos y narices de los entierros femeninos analizados, lo que refuerza la teoría de que la población local pudo haber estado compuesta en parte por combatientes.
Además, en el sitio de Xaltocan, se encontraron 58 enterramientos, muchos de ellos colectivos, lo que suma un total de 66 individuos. Destacan los esqueletos infantiles y fetos, que reflejan un alto índice de mortalidad infantil.
Esta situación podría estar relacionada con los conflictos sostenidos con la región de Cuautitlán, afectando gravemente la salud y el bienestar de los menores.
Entre los descubrimientos también se destaca el caso de un joven entre 18 y 20 años, con indicios de poliomielitis o dislocación congénita de cadera. Este caso será estudiado en colaboración con el Instituto Nacional de Rehabilitación para comprender mejor las capacidades de movimiento y la calidad de vida del individuo.
El Proyecto de Salvamento Arqueológico, dirigido por Rubén Manzanilla López desde mayo de 2019 hasta mayo de 2022, no solo recuperó estos importantes restos, sino que también proporcionó una ventana al pasado que permite comprender las dinámicas y desafíos de los pueblos prehispánicos.
Los informes de antropología física entregados al Consejo de Arqueología del INAH contribuyen a un mayor entendimiento de las prácticas culturales y las condiciones de vida en la antigua Mesoamérica.
La antigua Alhóndiga, situada en el barrio de la Merced en el Centro Histórico de Ciudad de México, ahora alberga la Sección de Bioarqueología de la DSA y los restos recuperados, así como un extenso acervo de más de 500 cajas con ejemplares de las épocas prehispánica y colonial, proporcionando un recurso invaluable para estudios futuros.