Huntsville (Alabama).- En un vibrante despliegue de ingenio y dedicación, estudiantes de cuatro instituciones de América Latina han dejado una huella indeleble en el 30º Desafío de Exploración Humana (HERC) de la NASA, celebrado recientemente en el Centro Espacial y de Cohetes de Estados Unidos en Huntsville, Alabama.
Este evento anual ha sido un campo de pruebas para jóvenes aspirantes a ingenieros y científicos, donde más de 600 estudiantes de distintas partes del mundo pusieron a prueba sus habilidades y conocimientos.
El Instituto Tecnológico de Santo Domingo (República Dominicana) se alzó con el segundo lugar en la división de colegios y universidades, demostrando la creciente presencia de talento latino en escenarios internacionales de alta exigencia.
Por su parte, la Universidad Católica Boliviana – San Pablo en La Paz (Bolivia), fue reconocida como el equipo con el mejor desempeño, subrayando el potencial y progreso de los estudiantes en la región.
La Universidad de Piura (Perú) logró registrar uno de los 10 mejores tiempos con un vehículo de propulsión humana que fue puesto a prueba en Alabama.
Además del éxito en competencias, el Instituto Especializado de Estudios Superiores Loyola de San Cristóbal (República Dominicana) recibió el premio a la seguridad en la división de facultades y universidades, destacando la importancia del manejo seguro y profesional en el ámbito de la ingeniería.
El Desafío HERC de la NASA no solo pone a prueba las habilidades técnicas de los estudiantes, sino también su capacidad para trabajar en equipo y resolver problemas bajo presión.
«Este desafío de diseño estudiantil alienta a la próxima generación de científicos e ingenieros a participar en el proceso de diseño proporcionando conceptos innovadores y perspectivas únicas», dijo Vemitra Alexander, líder de actividades HERC para la Oficina de Participación STEM de la NASA en Marshall.
«Mientras celebra el 30.º aniversario del desafío, HERC también continúa el legado de la NASA de brindar experiencias valiosas a los estudiantes que puedan ser responsables de planificar futuras misiones espaciales, incluidas misiones tripuladas a otros mundos».
La competencia se enmarca en los Desafíos Estudiantiles Artemis de la NASA, que forman parte del programa Artemis con objetivos a largo plazo, como llevar a la primera mujer y a la primera persona de color a la Luna.
La participación en HERC ha probado ser un trampolín significativo para muchos de sus ex participantes, muchos de los cuales ahora trabajan en la NASA o en la industria aeroespacial. La experiencia adquirida en este tipo de competencias es invaluable, proporcionando a los estudiantes una base sólida en su educación y futuras carreras en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM).
El impacto de HERC en la educación y la motivación de los estudiantes es claro. «Participar en HERC ha cambiado mi perspectiva de lo que es posible alcanzar como estudiante. Ahora sé que puedo contribuir a grandes proyectos y tener un impacto en el mundo», reflexionó Ana Rodríguez, una estudiante de la Universidad Católica Boliviana.
A medida que la NASA continúa con su legado de inspirar a las generaciones futuras, el éxito de los estudiantes latinoamericanos en HERC refuerza el mensaje de que el campo de la ingeniería y la ciencia es un espacio inclusivo y diverso, listo para ser moldeado por las mentes brillantes de todo el mundo.