Washington (DC).- La brecha de género en el ámbito laboral mundial es más profunda y compleja de lo que se había reconocido anteriormente.
Así lo revela un informe reciente e innovador del Grupo del Banco Mundial, que expone las disparidades legales en aspectos críticos como la violencia y el cuidado de los niños, demostrando que las mujeres gozan de menos de dos tercios de los derechos otorgados a los hombres.
Este análisis, parte del informe «Mujeres, empresas y el derecho», destaca que no existe ningún país que ofrezca una igualdad de oportunidades completa a las mujeres, una realidad alarmante incluso en las naciones más desarrolladas.
El informe amplía su escrutinio añadiendo dos indicadores esenciales: la protección contra la violencia y el acceso a servicios de cuidado infantil.
Al considerar estas variables, se evidencia que las mujeres disfrutan, en promedio, solo el 64% de las protecciones legales que tienen los hombres, cifra significativamente inferior al 77% previamente estimado.
Este hallazgo subraya la magnitud de la brecha de género, no solo en papel sino en la práctica diaria, revelando una considerable diferencia entre las reformas legales y los resultados reales para las mujeres en 190 economías.
Por primera vez, se evalúa la brecha entre las reformas legales y la implementación efectiva, encontrando que, aunque las leyes sugieren que las mujeres disfrutan aproximadamente de dos tercios de los derechos de los hombres, los países han instaurado menos del 40% de los sistemas necesarios para una implementación completa.
Por ejemplo, aunque 98 economías han promulgado leyes sobre igualdad salarial, solo 35 han adoptado medidas de transparencia o mecanismos de cumplimiento efectivos.
La falta de un marco de apoyo adecuado para la implementación efectiva de leyes de igualdad de oportunidades resalta la urgencia de mecanismos de aplicación sólidos, sistemas de seguimiento de disparidades salariales y la disponibilidad de servicios de atención médica para sobrevivientes de violencia.
Indermit Gill, economista jefe del Grupo del Banco Mundial y autora principal del informe, enfatiza el potencial de las mujeres para revitalizar la economía global. Destaca que las prácticas y leyes discriminatorias obstaculizan la participación femenina en el trabajo y el emprendimiento en igualdad de condiciones.
«Es más urgente que nunca acelerar los esfuerzos para reformar las leyes y promulgar políticas públicas que empoderen a las mujeres para trabajar e iniciar y hacer crecer negocios», afirmó Trumbic.
«Aumentar la participación económica de las mujeres es la clave para amplificar sus voces y dar forma a las decisiones que las afectan directamente. Los países simplemente no pueden darse el lujo de dejar de lado a la mitad de su población».
Cerrar esta brecha podría aumentar significativamente el PIB mundial, pero las reformas progresan lentamente.
El informe llama la atención sobre la necesidad crítica de acelerar las reformas legales y políticas públicas que empoderen a las mujeres, destacando la importancia de aumentar su participación económica no solo como una cuestión de justicia, sino como un imperativo económico.
La equidad de género en el trabajo no es solo una meta deseable en sí misma; es fundamental para el desarrollo sostenible y el crecimiento económico inclusivo de nuestras sociedades.