Ciudad de Panamá (AFP) – La canciller panameña, Janaina Tewaney Mencomo, dijo este viernes que el flujo de migrantes irregulares que atraviesan a pie la peligrosa selva del Darién, fronteriza con Colombia, disminuyó tras la reciente medida de Estados Unidos de cerrar el paso a venezolanos sin papeles.
La funcionaria declaró en conferencia de prensa que el martes pasado el número de personas que atravesaron a pie esa inhóspita zona selvática fue de 2.665, al día siguiente 1.522 y el jueves 1.213.
«Pareciera que el flujo va a la baja», señaló la canciller -quien asumió el cargo el 10 de octubre- después de una reunión con autoridades del Ministerio de Seguridad, el Servicio Nacional de Migración y el Servicio Nacional de Frontera.
De acuerdo con datos del Ministerio de Seguridad, entre enero y la semana pasada habían llegado a territorio panameño, tras cruzar el Darién a pie desde Colombia, 184.433 migrantes irregulares, de los cuales 133.597 eran venezolanos, 9.892 haitianos y 9.606 ecuatorianos.
La cifra supera todo el 2021, cuando unos 133.000 migrantes pasaron por la jungla panameña, principalmente de Haití. En ese año solo 2.800 eran venezolanos.
La semana pasada, Estados Unidos cerró la puerta a los migrantes de Venezuela que hayan atravesado ilegalmente Panamá y México, y solo aceptará a 24.000 con permiso previo que lleguen vía aérea y que tengan un patrocinador en suelo estadounidense.
Tewaney Mencomo señaló que tras la nueva orden, 435 venezolanos retornaron por avión a su país de manera voluntaria, a los que se sumarán otros 200 entre viernes y sábado con la ayuda de la embajada de Venezuela en Panamá.
Para abordar la crisis migratoria, se espera que la próxima semana la canciller se reúna con sus homólogos de Colombia y Costa Rica, aunque hasta el momento no se brindaron detalles sobre la fecha y el lugar del encuentro.
La intención es «iniciar una agenda de coordinación para tener una estrategia regional en conjunto de acciones concretas para que el problema o la crisis humanitaria pueda ser resuelta», declaró la funcionaria.
Abogó además por «movilizar recursos para establecer la democracia y la gobernabilidad» en los países de origen para resolver el problema de la migración irregular que afecta la región.