México (AFP) – Cientos de manifestantes se enfrentaron este viernes con policías y militares en un cuartel del Ejército en Ciudad de México, durante una protesta por la desaparición de 43 estudiantes en 2014, constató la AFP.
Tras una serie de discursos de padres de las víctimas y líderes estudiantiles, jóvenes encapuchados lanzaron piedras y explosivos artesanales al interior del Campo Militar 1, resguardado por agentes antimotines.
Al grito de «asesinos», los manifestantes también rompieron rejas y se adentraron unos pasos en la guarnición, adonde llegaron este viernes luego de protestar el miércoles y el jueves en las sedes de la embajada de Israel y de la Fiscalía General.
Los uniformados, pertenecientes a las policías militar y capitalina, respondieron con chorros de agua sin que se registraran heridos, observaron reporteros de la AFP. Desde el interior, también fueron lanzadas piedras.
Estas manifestaciones se enmarcan en el aniversario de la desaparición de 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, ocurrida entre la noche del 26 y la madurada del 27 de septiembre de 2014 en el municipio de Iguala (estado de Guerrero, sur).
Este viernes, el presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien dio un nuevo impulso a las investigaciones, rechazó la violencia de las protestas de esta semana.
«¿Qué es eso de venir a la Procuraduría (…) a tirar piedras? ¿Cómo enfrentar la violencia con la violencia?», cuestionó.
El caso de Ayotzinapa volvió al primer plano el pasado 18 de agosto, luego de que una comisión creada por López Obrador divulgara un informe que refuta la llamada «verdad histórica» de los hechos planteada por el anterior gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018).
La pesquisa previa no acreditó la participación de militares en los hechos, a diferencia del nuevo informe, luego de cuya difusión fue capturado el exfiscal Jesús Murillo Karam -gestor de la «verdad histórica»- y tres militares, incluido un general.
La nueva pesquisa asegura que autoridades civiles y militares, coludidas con narcotraficantes, intervinieron en este «crimen de Estado».
Esa versión detalla que policías entregaron a los estudiantes a miembros del cártel Guerreros Unidos, quienes los habrían asesinado al confundirlos con miembros de una banda rival. Hasta ahora solo han sido identificados los restos de tres víctimas.
Por el caso, México pide a Israel la entrega de Tomás Zerón, jefe de la Agencia de Investigación Criminal en el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), quien huyó a ese país.