Buenos Aires (AFP) – Organizaciones sociales representaron este viernes un «funeral» del salario mínimo de Argentina, con un ataúd de cartón y coronas de flores de papel como forma de denunciar la pérdida del poder adquisitivo por la desbocada inflación.
«El salario ha muerto», rezaba una enorme pancarta desplegada en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, donde se hizo el acto principal, frente a la Casa Rosada, sede de la presidencia.
El «féretro» fue depositado allí luego de recorrer unas pocas cuadras del centro, en «marcha fúnebre» que acompañaron medio millar de personas.
Conocido como «salario mínimo, vital y móvil», este pago corresponde a 45.540 pesos (unos 320 dólares, al tipo de cambio oficial), muy por debajo de la canasta básica para una familia de cuatro personas (111.298 pesos o 783 dólares) e inferior incluso a la canasta alimentaria de 49.466 pesos (348 dólares).
«En Argentina hay un montón de trabajadores por debajo de la línea de pobreza. Por eso estamos realizando esta medida de protesta. El salario mínimo vital y móvil ha muerto, ha sido pulverizado por la política económica», dijo a la AFP Marianela Navarro, una de las organizadoras de la manifestación.
Argentina registra uno de los índices de inflación más altos del mundo, con un acumulado de 46,2% de enero a julio y proyecciones de 90% para el cierre de este año.
La pobreza alcanzó en 2021 a 37% de la población.
Los movimientos sociales reclaman más ayudas estatales y han planteado la aprobación de un ingreso básico universal, en momentos en que el gobierno del presidente Alberto Fernández debe reducir el déficit fiscal, en consonancia con un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional por unos 44.000 millones de dólares.