Ticuantepe (Nicaragua) (AFP) – Yesenia toma con delicadeza una diminuta rana verde de ojos rojos que duerme sobre una planta. La coloca en un vaso de plástico acondicionado con una esponja húmeda, orificios para respirar y espacio para brincar. En ese recipiente viajará a Estados Unidos.
La ranita será exportada junto con más de 2.600 animales exóticos nicaragüenses que enviará por avión el zoocriadero Exotic Fauna, ubicado en el municipio de Ticuantepe, al sureste de Managua. También se embarcan arañas y boas constrictoras.
Estas especies, típicas de las selvas tropicales de Centroamérica, son muy demandadas «por personas que quieren salir de la rutina de adoptar perros y gatos», cuenta a la AFP Yesenia Talavera, quien dirige el zoocriadero junto con su esposo Eduardo.
Desde hace 15 años que reproducen unas 18 especies de animales que son comercializados como mascotas en Estados Unidos, Canadá y Asia.
Sus trabajadores empacan el pedido más reciente que les hizo una empresa de Miami: 1.200 ranas -entre ellas las ojos rojos (Agalychnis callidryas) y las cristal (Centrolenidae)- 140 gallegos (basiliscus), 150 pichetes (especie de lagartija), 400 arañas negras, 400 arañas cebras y 350 boas constrictoras.
La mayoría es colocada en recipientes acondicionados y otros, como las boas, en sacos de tela que luego son ordenados en cajas de madera. Ninguno es sedado para ello.
«Estos animalitos aguantan viajes de 24 horas y hasta tres días» sin comer, asegura Yesenia, mientras un inspector del Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (Marena) supervisa el proceso y avala la salida de los animales.
Un camión traslada el cargamento hasta el aeropuerto internacional de Managua, desde donde, tras pasar el control de aduana, partirán al día siguiente en vuelo comercial a Miami.
-Acompañante en cuarentena –
Antes del viaje, las ranas fueron alimentadas con abundantes grillos, que son reproducidos de manera saludable en el zoocriadero.
En sus nuevos hogares las ranas pueden llegar a vivir hasta dos años si son bien cuidadas, comenta uno de los trabajadores del centro, Harlintong Bonilla, de 27 años.
Los anfibios también fueron muy vendidos durante la pandemia del covid-19 porque «entretenían» a la gente que estaba en cuarentena, anota por su parte Eduardo Lacayo, esposo de Yesenia.
«A mis clientes de Estados Unidos les gusta las tarántulas, las manipulan como si fueran mascotas», agrega, mientras muestra entusiasmado una araña cebra (Salticus scenicus) que, haciendo honor a su nombre, tiene el abdomen con rayas blancas y negras.
«Son venenosas, pero tienen la toxina de una avispa. Si (la persona) no es alérgica no hay problema», aduce.
Las tarántulas se alimentaron con suficientes insectos y gusanos antes de emprender el viaje.
En otro rincón, empacan a los ariscos pichetes verdes. Son como «lagartijas pequeñas, viven de cinco a 10 años y comen insectos», dice Bonilla.
El Ministerio de Ambiente promueve la crianza y reproducción de especies exóticas mediante capacitaciones y congresos, para animar a los nicaragüenses a incursionar en este negocio.
Según el Ministerio de Economía Familiar, Comunitaria, Cooperativa y Asociativa, unas 39.496 familias participan en «emprendimientos exóticos».
Las exportaciones, sin embargo, están en manos de pocos zoocriaderos privados con experiencia. De acuerdo con cifras oficiales de 2019, el valor de estas exportaciones eran de 300.000 dólares al año.
Pero una reciente publicación del medio oficialista El 19 Digital detalla que actualmente bordean los 700.000 dólares.
La organización animalista PETA considera que estas especies son «animales silvestres y no mascotas, y no obtienen ningún beneficio ni les gusta vivir cautivas en la casa de alguien».
Exotic Fauna asegura cumplir con las normas CITIES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), un acuerdo entre gobiernos para garantizar que el comercio internacional de animales y plantas no amenace la supervivencia de las especies.
Para el presidente de la fundación del Zoológico Nacional, Eduardo Sacasa, si estos animales «son reproducidos en su lugar [un centro que reúne las condiciones de su hábitat natural], no es malo».
-Boas en ayunas-
Los animales son vendidos principalmente a empresas de Estados Unidos, Japón y Hong Kong.
Los asiáticos adoran las tortugas, mientras que el mercado de boas compite con el de Colombia, que posee reptiles más coloridos que el nicaragüense.
Bonilla lleva años limpiando y alimentando a las boas con ratas «desparasitadas y vitaminadas» que se nutren de frutas en el zoocriadero.
Las boas constrictoras de exportación son las que tienen pocos días de nacidas. A diferencia de los otros viajeros, recién comerán cuando lleguen a destino. Si lo hacen antes corren riesgo de no digerir bien y vomitar.
La temporada alta de venta de fauna exótica se extiende entre los meses de abril y agosto, y el periodo de mayor reproducción es en la época lluviosa (mayo y octubre).
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