Quito (AFP) – Más de 1.100 personas han sido detenidas y 17 «bandas criminales» fueron «desarticuladas» por las autoridades ecuatorianas, como parte de las operaciones especiales de policías y militares en tres provincias acechadas por la violencia y el narcotráfico, anunció este sábado el gobierno.
Desde el 30 de abril, y por 60 días, rige un estado de excepción en las costeras Guayas, Manabí y Esmeraldas (esta última fronteriza con Colombia), decretado por el presidente Guillermo Lasso para frenar la criminalidad.
En un tuit, el ministerio del Interior detalló que las primeras dos semanas de operativos dejan «1.131 detenidos» y 17 «bandas criminales desarticuladas».
Más de 140 armas fueron decomisadas, al igual que casi 200 automóviles y motos, añadió el despacho, sin dar más detalles.
Un video que muestra a policías y militares uniformados deteniendo y requisando vehículos en las vías, acompañó el tuit.
Nueve mil militares y policías fueron desplegados en esas tres provincias, según el gobierno.
Ecuador, que por muchos años se mantuvo relativamente a salvo de la violencia de sus vecinos Colombia y Perú -los dos mayores productores mundiales de cocaína- vive un aumento de la criminalidad.
El año pasado cerró con una tasa de 14 asesinatos por cada 100.000 personas, casi el doble que en 2020.
La violencia se extiende a las cárceles, donde han muerto casi 400 reclusos en poco más de un año.
La última matanza se consumó la madrugada del lunes en la cárcel de Bellavista en Santo Domingo (a unos 80 km de Quito), donde 44 presos fueron asesinados a puñaladas en sus celdas. Fue la sexta desde febrero de 2021.
El gobierno atribuye esos sangrientos enfrentamientos a la lucha de bandas del narcotráfico por el control del almacenamiento y rutas para el envío de cocaína a Estados Unidos y Europa.