Buenos Aires (AFP) – Familiares de las víctimas del atentado contra la mutual judía AMIA, ocurrido el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires, renovaron este domingo su pedido de justicia a los 27 años del ataque que dejó 85 muertos y 300 heridos.
En un acto virtual debido a las restricciones impuestas por la pandemia de covid-19, la asociación Memoria Activa recordó a las víctimas del ataque que voló la sede de la mutual judía en la capital argentina, por el que aún no hay condenados por la justicia.
«27 años vacíos de justicia, llenos de memoria», fue el lema de la convocatoria virtual para recordar el atentado.
El presidente argentino, Alberto Fernández, se unió al homenaje. «A 27 años del atentado a la AMIA, los familiares de las 85 víctimas continúan firmes en su reclamo de verdad y justicia. En memoria de cada uno de ellos y en honor a quienes perdieron a sus seres queridos, debemos unirnos contra la impunidad», escribió en Twitter.
El ataque con bomba a la AMIA fue atribuido a gobernantes iraníes, encabezados por el entonces presidente Ali Rafsanjani y al movimiento chiíta libanés Hezbolá, hipótesis sostenida por la dirigencia judía argentina y por Israel.
Pero la investigación judicial quedó envuelta en denuncias por supuesto desvío de pistas, causas por encubrimiento y procesos anulados.
Irán siempre se negó a que sus exfuncionarios sean indagados. Un memorándum de entendimiento con Irán impulsado en 2012 por la entonces presidenta y actual vice Cristina Kirchner (2007-2015) buscó, según sus autores, que pudieran ser indagados fuera de Argentina.
Aunque fue aprobado por el Congreso argentino, el parlamento iraní lo rechazó y luego se investigó como un caso de encubrimiento y traición a la patria con Kirchner como una de las principales acusadas.
El viernes, en una audiencia, Kirchner solicitó la nulidad de la causa al calificarla de «disparate, un escándalo judicial y político» impulsada como «instrumento de persecución a los opositores políticos al gobierno de Mauricio Macri (2015-2019)».
El atentado fue el segundo contra la colectividad judía argentina después del perpetrado en 1992 contra la embajada de Israel, con saldo de 29 muertos y 200 heridos, también impune.
Argentina tiene la mayor comunidad judía de América Latina, con unos 300.000 miembros.