Lima (AFP) – Un fiscal anticorrupción pidió este jueves prisión preventiva para la candidata derechista Keiko Fujimori, lo que elevó todavía más la tensión en Perú por la definición a cuentagotas del balotaje presidencial del domingo, que lidera el izquierdista Pedro Castillo.
El avance del recuento es agónico ante impugnaciones de actas y denuncias de fraude y no se ha declarado al ganador de la elección a presidente.
Pese a ello, el mandatario argentino, Alberto Fernández, felicitó a Castillo como «presidente electo de Perú». El saludo desde Buenos Aires se sumó al de los expresidentes de Bolivia Evo Morales y de Brasil Luis Inácio Lula da Silva.
En el campo de Fujimori, el fiscal José Domingo Pérez solicitó al juzgado anticorrupción «que se revoque la comparecencia con restricciones [libertad condicional] y se dicte nuevamente prisión preventiva contra la acusada Keiko Fujimori», por infringir la prohibición de reunirse con testigos del caso Odebrecht, por el que está bajo investigación.
La candidata, que deberá ir a juicio por este caso si pierde el balotaje, ofreció una rueda de prensa el miércoles junto al fujimorista Miguel Ángel Torres, testigo de la causa de Odebrecht, para pedir al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) que anulara los resultados de 802 mesas de votación -unos 200.000 votos- por supuestas irregularidades.
La petición del fiscal Pérez crispó más los ánimos en un país que sigue sin conocer quién será su nuevo presidente, cuatro días después de la votación.
Fujimori había denunciado el lunes «indicios de fraude» y el miércoles pidió anular esos 200.000 votos, acentuando el clima de incertidumbre tras años de convulsiones políticas, que llevaron incluso a juramentar a tres presidentes en cinco días en noviembre pasado.
«Da la sensación de que ella quisiera cuestionar todo el proceso electoral. Esta incertidumbre, gane quien gane, va a golpear mucho al estado de ánimo nacional», dijo a la AFP el analista Hugo Otero.
Incertidumbres –
Las solicitudes de revisión podrían decidirse en unos 10 días en el JNE, por lo que la contienda sigue abierta, con caída desde el lunes de la bolsa limeña y un dólar que va alcanzando precios récord de 3,9 soles.
El último reporte del órgano electoral da cuenta de 50,2% de los votos para Castillo y 49,8% para ella, con poco más del 99,1% de las mesas escrutadas.
El cardenal Pedro Barreto calificó el jueves de «irresponsables» las acciones que cuestionan el proceso electoral y pidió a los candidatos que acepten «la voluntad popular».
Castillo aventaja por 70.000 votos a Fujimori y ha dado mensajes en tono victorioso, pero si el JNE le da la razón a Fujimori esa tendencia podría modificarse.
«Keiko alega [como fraude] que hay mesas de votación en Cusco que tienen 90% de votos para Castillo, pero no ha dicho que en La Molina [un distrito acomodado de Lima] hay mesas que tienen 90% para ella», indicó Otero.
El presidente del Jurado, Jorge Luis Salas, expresó su sorpresa por la solicitud de Fujimori de anular 802 mesas y recordó que en 2016 «solo se presentaron cuestionamientos contra 29 mesas».
El órgano electoral (ONPE) niega la posibilidad de fraudes, lo mismo que la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), que calificó el proceso de normal y transparente.
La ONPE organiza la votación, pero el JNE revisa los resultados y proclama al vencedor. Ambos organismos públicos son autónomos.
¿Victoria cantada? –
Castillo, un maestro de escuela rural de Cajamarca (norte), recibió los saludos por su «victoria» de expresidentes de izquierdas de la región y también del mandatario argentino.
Tras revelar que habló con Castillo, Alberto Fernández dijo que le expresó su deseo de unir «esfuerzos en favor de América Latina. Somos naciones profundamente hermanadas», escribió en Twitter.
Lula también celebró «la victoria» de Castillo en Perú y de su pueblo. «El resultado de las urnas peruanas es simbólico y representa un avance más de la lucha popular en nuestra querida América Latina», tuiteó Lula el jueves.
El presidente ultraconservador brasileño, Jair Bolsonaro, había lamentado el posible triunfo del maestro rural: «Solo un milagro podrá revertirlo, va a reasumir [el poder] un tipo del Foro de Sao Paulo», dijo en un discurso en un evento evangélico en el interior de Brasil.
La segunda vuelta presidencial volvió a dejar en evidencia no solo la polarización política en Perú, sino también la brecha entre Lima y el «Perú profundo», relegado por siglos y muy golpeado por la crisis económica causada por la pandemia.
Partidarios de ambos candidatos se manifestaron el miércoles en Lima, pero a pesar de la alta tensión no se han registrado disturbios y las actividades laborales y comerciales se desarrollan normalmente.